Entrevista a Rubén Capdevila Yampey, Ministro de Cultura (SNC) de Paraguay y flamante funcionario que participó en la inauguración del primer Centro Cultural de la República del Paraguay en la Ciudad Autónoma de Bs. As. Capdevila cuenta con muchos años de experiencia en el área de gestión de proyectos culturales dentro y fuera del aparato estatal e imagina este nuevo espacio, el primero en el extranjero, como un lugar de unión y hermandad entre ambos países.
El 21 de marzo los presidentes de Paraguay y de la Argentina, Mario Abdo Benítez y Mauricio Macri, inauguraron el primer Centro Cultural que el país vecino abre en el extranjero. Participaron del importante acto distintas autoridades de Paraguay, entre ellas, el Ministro de Relaciones Exteriores, Luis Alberto Castiglioni, la Ministra de Turismo, Sofía Montiel de Afara, el Ministro del Interior, Juan Ernesto Villamayor, y los directores de la Entidad Binacional Yacyretá, Nicanor Duarte Frutos (Paraguay) y Martín Goerling (Argentina); y también autoridades argentinas e invitados especiales.
C. C: ¿Cómo se gestó el proyecto para la creación del Centro Cultural de Paraguay en Buenos Aires?
El año pasado realicé mi primer viaje como ministro de Cultura aquí, a Buenos Aires, para verificar los avances de la restauración de la residencia que perteneció a Carlos Hillner y Decoud. Decoud la donó al Estado paraguayo en 1953 y allí vivió durante muchos años el Embajador de Paraguay en la Argentina. A partir de ahora, después de su puesta en valor, funcionará el Centro Cultural de la República del Paraguay. Es un acontecimiento importantísimo para la historia de nuestro país y para las relaciones diplomáticas entre la Argentina y Paraguay. Hoy en día la población paraguaya más importante en el extranjero es la que se afinca en la Argentina. Tener un centro cultural propio aquí era algo necesario, en especial porque muchos de nuestros artistas desarrollaron su actividad en la Argentina, entre ellos Roa Bastos y muchos músicos.
C. C: ¿Y cuál considera que es la función de este Centro?
Argentina y Paraguay tienen una historia común. En territorios como Formosa y Corrientes, por ejemplo, las tradiciones paraguayas se mezclan con las argentinas. Es una rica historia y las relaciones entre países han sido muy fructíferas y cada vez son más intensas. El presidente fomenta esta unión. Firmamos hace muy poco un Memorando de Entendimiento con la Secretaria de Cultura y tenemos muchos proyectos interesantes. Pensamos el Centro Cultural como un lugar donde podamos sentarnos a pensar, dialogar y reunir a los sectores culturales que viven aquí: queremos hacer actividades con artistas paraguayos que vivan en la Argentina y con los que puedan visitarnos. No solo tiene que ser un bastión de la identidad y de la cultura paraguaya, también tiene que ser la puerta de ingreso de nuestra cultura a la Ciudad de Buenos Aires y a la Argentina, un lugar que nos permita darla a conocer. Hay mucha gente que gusta de la música paraguaya o de las artesanías y le cuesta viajar a nuestro país. Aquí tendremos un lugar en el que habrá una oferta específicamente paraguaya.
C. C: ¿Antes había algún otro espacio?
Sí, la casa paraguaya. Pero ahora que tenemos este lugar también funcionará una biblioteca, buscaremos los mecanismos para que haya un punto de venta de libros y de artesanías. La parte más desafiante, tanto para la Cancillería como para la Embajada de Paraguay aquí y para nosotros —la Secretaria de Cultura— ha sido el diseño.
C. C: ¿Cómo imagina este Centro?
Como un espacio cultural dinámico, abierto tanto para argentinos como para paraguayos. Un lugar en el que se pueda encontrar una parte de Paraguay en Buenos Aires y donde puedan encontrarse también puntos comunes entre ambas culturas.
C. C: ¿Qué caracteriza, para usted, al pueblo paraguayo?
La hospitalidad. Recibir con calidez a la gente, ese sentido de hermandad que siempre se cultivó. Grandes pensadores políticos y artistas pensaron América como una patria común para todos, el pueblo paraguayo busca defender esa apertura y concebir a América de esa forma. Hemos tenido conflictos terribles, sí, pero aun así recibimos a los argentinos como hermanos, mantenemos la calidez y las puertas abiertas. El pueblo paraguayo es amigable. Y lo más importante es que mantenemos nuestras tradiciones y vemos esa misma lucha y esa fuerza en la gente de Corrientes, Salta y Misiones, por ejemplo. Una lucha por mantener las raíces, el folclore, las comidas tradicionales.
C. C: Hablando de tradiciones, ¿cuál es la fiesta popular más importante?
No puedo decir que haya una sola. Todas las fiestas patronales, el famoso Día de San Juan, típico y tradicional, también se mantiene. Hay muchas fiestas del interior, como aquí en la Argentina. Este año también estamos trabajando en la postulación del tereré como Patrimonio de la Humanidad y organizamos, por noveno año consecutivo, la Fiesta Nacional del Tereré el 23 de febrero, el día nacional. Hicimos una gran fiesta en la Plaza de la Democracia y en la Costanera. El 2019 es también el año de las Lenguas Indígenas y Paraguay ha sabido mantener su lengua indígena, el guaraní, presente en el sistema educativo. Pero es una lucha permanente. Lo más lindo es encontrar gente hablando en guaraní, escucharlo en la calle. Ahí es cuando pienso: a través de la lengua me siento en mi país.
C. C: ¿Cuánto hace que asumió su cargo en el Ministerio?
Comencé en agosto de 2018. Antes fui director de la Biblioteca Nacional del Paraguay y vine mucho a Buenos Aires. También fui director de Planificación y Proyecto y Coordinador de Proyectos Culturales. Hace muchos años que trabajo en la Secretaría de Cultura, es mi casa. Los funcionarios que trabajan conmigo son mis compañeros, nos conocemos muy bien, solo que ahora me toca dirigir la institución. Esto me permitió dar un paso importante a la hora de las visitas a distintas autoridades: ya me conocen, digo que hemos estado en tal año y se avanza más rápido.
C. C: ¿Tienen más proyectos, además de la apertura del Centro Cultural?
Sí, ese evento lo co-gestionamos con Cancillería y con la Embajada, pero también tuvimos una reunión con Teresa Anchorena, presidente de la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos para tratar el rescate del Solar Sarmiento, que se encuentra al lado de la Biblioteca Nacional. Dejó de ser colegio y queremos recuperarlo para que sea otro espacio cultural compartido entre Argentina y Paraguay: es un lugar icónico, allí vivió en el siglo XIX Domingo Faustino Sarmiento, impulsor y promotor de las bibliotecas y la educación. Nuestro propósito es trabajar en comisión mixta entre la Secretaría de Cultura y la Comisión para mudar las barreras o murallas, volver al espacio original del solar, restaurar el museo y dejar una zona para un espacio cultural. Nosotros nos comprometemos a recuperarlo. Este es uno de varios proyectos. Con la Comisión queremos aprovechar una visita técnica en el mes de junio para ver el solar, hacer un conversatorio sobre las políticas de protección cultural propias de cada país. Ya lo hemos acordado, di mi parecer y coincidimos plenamente.
C. C: Se ha firmado un Memorando de Entendimiento entre ambos países, ¿de qué se trata ese documento?
Sí, en el Memorando firmado junto a Pablo Avelluto, Secretario de Cultura de la Argentina, acordamos desarrollar una plataforma sobre economía cultural creativa: la Argentina nos asesorará en el desarrollo del Mercado de Industrias Creativas del Paraguay que queremos realizar en noviembre de 2019. Es importante poder encadenar los mercados de Uruguay, Brasil, Chile, Paraguay y Argentina porque es una región muy rica. También acordamos hacer un intercambio en distintas áreas de la cultura.
C. C: En materia de música, ¿qué proyectos se han acordado?
Nos presentaron un proyecto de plataforma web para coros y acordamos llevar el modelo a Paraguay para implementarlo. Propusimos hacerlo en el marco de la postulación de la Guaraña como Patrimonio de la Humanidad: queremos hacer un concierto en la Argentina con la Orquesta Sinfónica Nacional Paraguaya y la Argentina, una interpretación conjunta. Estamos trabajando junto al maestro Santos y las perspectivas son positivas. Será el comienzo de muchos intercambios en este ámbito.
C. C: ¿Qué se puede decir con respecto al cine?
En este momento estamos trabajando en el desarrollo del Instituto de Cine, que está en pleno crecimiento. La Argentina está en un momento muy importante y nos ha asesorado en este sentido. Tenemos mucha producción, pero hace falta formar al espectador, algo en lo que tenemos que trabajar porque el público está ansioso por ver el material producido a partir de la Ley de Reglamentación del Cine y lo Audiovisual. Es el caso de Las herederas. Esto es parte de la plataforma de economía cultural creativa que apunta a todos los sectores de la cultura. De hecho, la Argentina nos asesorará también en la Ley de Teatro y de Artes Escénicas que queremos crear y habrá un importante intercambio de obras. Tenemos prevista la visita del Director del Instituto de Teatro de Paraguay para firmar un anexo al actual Memorando y llegar a un acuerdo para la dotación de otra biblioteca específica sobre teatro y para la difusión de publicaciones del Instituto. Tenemos proyectos realistas. Me entusiasma mucho llegar a mi país con proyectos concretos. Estoy tranquilo porque seguiremos por este camino.
C. C: “Argentina y Paraguay, lazos de amistad y…”. Si tuviese que agregar una palabra a esta frase para un título, ¿cuál sería?
Lazos de amistad y memoria común. Compartimos una memoria histórica común muy fuerte, creo que el campo cultural es el lugar para reconstruir nuestros lazos históricos. Después de los conflictos, sanamos y es fundamental hoy recuperar la amistad de tiempo atrás. Eso nos permite unir proyectos en un marco de solidaridad e intercambio.
Patricia Ortiz
Crédito fotográfico: León Stern y Ministerio de Cultura de Paraguay