Salzburgo, la ciudad de Wolfgang Amadeus Mozart, atrae a los visitantes por la exquisita combinación de la ciudad vieja, de numerosas iglesias y antiguas casas burguesas e impactantes fachadas y suntuosas construcciones habitadas por los Príncipes y Arzobispos de la época. En esta fortaleza natural que a cada paso asombra por su encantador paisaje, Salzburgo amanece con la puesta del sol, entre dos colinas urbanas de bosques que ofrecen diversos puntos de observación, separada por el azul río Salzach.
Cada año, miles de turistas, llegan a la ciudad para fotografiarse al lado de la estatua de su hijo más famoso: Wolfgang Amadeus Mozart, cuya casa se descubre es la número 9 de la calle Getreidegasse, donde el músico nació un 27 de enero de 1756. Su padre, Leopold, era vicedirector de orquesta y príncipe obispo quien alquiló la vivienda en la tercera planta. Hoy es propiedad de la Fundación Mozarteum y alberga una exposición muy importante de cuadros y documentos de la familia que ubican al visitante en el siglo XVIII. Diversas actividades culturales, tales como conciertos, festivales y visitas guiadas a la ciudad mantienen vivo su espíritu.
Patricia Ortiz
Crédito fotográfico: Caminos Culturales
