La historia de Viedma y Carmen de Patagones, en la Patagonia argentina, se remonta al 22 de abril de 1779, cuando Don Francisco Viedma y Narváez ‒natural de Jaén‒, por orden del rey Carlos III, funda en la margen sur del río que llamó “de los Sauces” y los nativos llamaban Currú Leuvú (río Negro), una primera población que solo dos meses después sufrió una inundación que la destruyó.
Fue entonces cuando Don Viedma y Narváez decidió trasladar a su gente a la margen norte, eligiendo patrona de la pequeña villa a la Virgen del Carmen: “Esa primera población que se conoce como Carmen de Patagones, se formó con familias gallegas. Luego llegó una segunda oleada ‒los maragatos‒ a quienes debemos el gentilicio de los habitantes de Patagones. Con el tiempo, la margen sur se volvió a poblar y eligió patrona a la Virgen de la Merced, que luego fue conocida como Mercedes de Viedma, y, más tarde, en memoria de su fundador, como Viedma”, comentó la Dra. Marcela Ruibal Markan, Vicecónsul Honoraria de España en Viedma ‒que combina la actividad diplomática con la presidencia de la Asociación Española de Viedma desde el año 2017‒, agregó que ambas ciudades, son fruto de un solo acto fundacional; únicas fundadas por los españoles y las más antiguas de toda la Patagonia.
El tiempo y las hojas del calendario pasaron y, en la actualidad, la oficina Vice consular Honoraria, dependiente del Consulado General de España en Bahía Blanca, funciona en las instalaciones de la Asociación Española de Socorros Mutuos de Viedma, una institución nacida sobre finales del siglo XIX, devastada como el resto de la ciudad por la gran inundación de 1899 y reorganizada en 1914: “Tenía como principal finalidad proveer ayuda mutua a los miembros de la colectividad y a los inmigrantes españoles que por aquellos años llegaban a la ciudad. Con el paso de los años ‒explicó‒, las necesidades de la sociedad fueron cambiando, y hoy, salvo algún caso muy puntual de necesidad, nuestro norte es difundir la cultura española ‒en primer término‒, pero también apoyar iniciativas culturales locales, aportando un espacio adecuado”. Destacó además que las actividades la satisfacen y completan su vida de una manera muy positiva: “Colaborar con la comunidad tiene un rédito intangible, que no se mide en dinero. También, con ello la memoria de mi padre, gallego de Moraña, Pontevedra, que ocupó ambos cargos hasta 2015”
En este norte de proyectos y hechos, Ruibal, mantuvo una conferencia de prensa en la que se presentó en sociedad el Camino Blanco ‒iniciado en Ushuaia en enero de 2022 por el bicigrino Alberto Cacharrón de la que ya hemos dado cuenta en anteriores publicaciones de Caminos Culturales‒ que, en este caso, suma a Viedma y Carmen de Patagones, a ambas orillas de la desembocadura del gran río patagónico. La iniciativa tiene a los eclesiásticos que participarán desde una institución laica, pero, indudablemente, se apoya en la Fe: “El plan es inviable sin el apoyo del profesor Pedro Pesatti, intendente de Viedma y del Ingeniero José Luis Zara intendente de Carmen de Patagones, con la bendición del Padre Obispo de Viedma Esteban Laxague y los respectivos párrocos. Todos vieron con buenos ojos la iniciativa y comprometieron su ayuda en los diferentes aspectos a desarrollar” continuó, sin dejar de poner en valor el Camino de Santiago de Compostela, en un año Xacobeo y, sobre todo, el hecho de formar parte de un grupo que se siente incluido como españoles en la diáspora, en una ruta de tamaño significado religioso, espiritual, cultural y turístico, que emociona al nombrarlo: “Nos sentimos abrazados por una tradición que viene de nuestros orígenes. El Camino Blanco en nuestra tierra fue una invitación que nos llegó y se está convirtiendo en nuestro objetivo principal para este año 2022. Es una oportunidad para mostrar el significativo patrimonio en materia de Fe que tiene nuestra comarca, y, por otra parte, nos permitirá visibilizar el enorme capital histórico y paisajístico que tenemos en una vidriera tan importante como lo es el Camino de Santiago: es una oportunidad de unir a Latinoamérica en un camino de hermandad, que tanto necesitamos, teniendo como eje la espiritualidad”, reflexionó a modo de conclusión.
Patricia Ortiz
Corrección: Ricardo de Titto