La isla de Capri esconde entre sus pintorescas calles una tienda con una historia muy especial. Carthusia es una perfumería que ofrece fragancias únicas y una experiencia inolvidable a quienes la visitan. Las fragancias obtenidas están hechas con ingredientes naturales de la isla y el proceso de elaboración es totalmente artesanal, siempre orientado a mantener los estándares de calidad que han vuelto a esta línea de perfumes entre las más reconocidas.
Según cuenta la leyenda, el primer perfume de la isla fue elaborado de manera fortuita por el Prior de La Cartuja de San Giacomo —el monasterio más antiguo de Capri—. En 1380 la Reina Juana de Anjou visitó la isla sin previo aviso y el prior decidió regalarle un ramo de las flores más lindas de la isla. Pasados tres días, fue a buscar las flores para tirarlas y descubrió que el agua del florero tenía un aroma especial, por lo que consultó con el fraile especializado en alquimia y así supo que esa fragancia provenía de la Garofilium Silvestre Caprese.
En 1948 el Prior de La Cartuja encontró esas primeras fórmulas y con el permiso del Papa creó junto a un monje de la región de Piamonte un pequeño laboratorio al que llamó, justamente, Carthusia. A partir de ese momento se desarrollaron entre sus paredes fragancias únicas y a día de hoy continúan investigando y experimentando a través de métodos naturales y artesanales con materia prima de la isla y de primera calidad. Para los productos de esencias masculinas, por ejemplo, se utiliza el romero recogido en el monte Solaro, mientras que para los productos de esencias femeninas se utilizan las clavelinas de Capri. Entre las fragancias más destacadas de Carthusia se encuentran Aria Di Capri, Fiori di Capri, Mediterráneo y Terra Mia, aromas exquisitos y exclusivos.
Patricia Ortiz
Corrección: Ailén Hernández
Crédito fotográfico: Caminos Culturales