Ceferino Namuncurá nació el 26 de agosto de 1886. Fue hijo del cacique Manuel Namuncurá y de la cautiva chilena Rosario Burgos. Cursó sus estudios primarios en una escuela de oficios de la localidad bonaerense de Tigre y luego en el Colegio Pío VII, donde fue compañero de Carlos Gardel.
En 1903, Ceferino abrazó la vocación sacerdotal, pero por razones de salud los salesianos lo trasladaron a Viedma, en donde fue pupilo del colegio San Francisco de Sales. Allí monseñor Juan Cagliero, fundador de la obra de Don Bosco en la Patagonia, tomó a Namuncurá como ahijado en 1898; llevó a Ceferino a Italia para que sea tratado de tuberculosis y para completar su formación teológica. Ceferino murió el 11 de mayo de 1905 en Italia y sus restos fueron repatriados en 1924. Ceferino es conocido y amado por muchos niños y jóvenes que encuentran en él un ejemplo de vida que despierta y sostiene esperanza; en los adultos el sostén para cuidar todo lo que es importante; los marginados y excluidos un mensaje de dignidad y la invitación a no renunciar a ser protagonistas de la historia.
El 6 de julio de 2007 el papa Benedicto XVI firmó el decreto con el cual declaró beato al argentino Ceferino Namuncurá, joven laico alumno de la Sociedad de San Francisco de Sales, nacido en Chimpay –
El 30 de agosto de 2009, con motivo de la primera beatificación ocurrida en la Argentina, ocurrida en una localidad del valle medio, el Gobierno de Río Negro, construyó un monumento en su memoria que refleja la identidad de la provincia formada por la religión, las creencias y el respeto por el pueblo mapuche.
El monumento es visitado por miles de personas que se acercan para conocer su historia, su vida y venerar la labor del joven laico.
Prensa Gobierno de la provincia de Río Negro.