Entrevista a Don Antonio Rodríguez Miranda, Secretario Xeral de Emigración de la Xunta de Galicia, un hombre que irradia pasión por su trabajo e interés por ayudar a los gallegos de su tierra y a los que emigraron. Nacido en La Bola, un pequeño ayuntamiento del ámbito rural de Ourense, Rodríguez Miranda combina sus días de trabajo entre la tranquilidad de su pueblo y la ciudad de Ourense, y está orgulloso de llevar en su corazón el espíritu de las aldeas gallegas —parte de la esencia de Galicia—. Su palabra atrapa a quienes lo escuchan porque transmite lo que siente y su gestión está sostenida en el valor y el cuidado de mantener vivas las raíces de la cultura gallega. En estos tiempos de pandemia, cuenta a Caminos Culturales vía telefónica los programas y actividades que siguen su curso adaptados a la cuarentena y a la desescalada gradual.
C. C.: ¿En qué momento se encuentra Galicia?
Las cosas fluyen positivamente, todo se ha relajado y tenemos días seguidos más tranquilos después de un tiempo duro en el cual hubo varias personas afectadas y fallecidas. Vemos que los hospitales se están vaciando y, si bien hay personas que tienen el virus, la inmensa mayoría está en sus casas llevando bien esta enfermedad. Hemos desarrollado un sistema de salud que permite que quienes no necesitan internación cuenten con personal sanitario de enfermería que les brinda un seguimiento diario y directo en su casa. Luego un médico se contacta con nuestros mayores para conocer su estado de salud y evaluar qué hacer ante los síntomas que puedan presentar. De esta manera, el trabajo sanitario minimiza otros contagios, porque si la persona tiene que ser internada, el facultativo lo deriva a un hospital o clínica. El objetivo es lograr una excelente atención general.
C. C.: A día de hoy, ¿cómo es el contacto con las entidades gallegas en el mundo y cómo están funcionando?
Desde la Secretaría Xeral da Emigración no tenemos las responsabilidades que tiene el Ministerio de Sanidad pero sí estamos presentes en el día a día de los gallegos que residen en distintos partes del mundo y, sobre todo, a los que se encuentran en el resto de España y en otras comunidades autónomas, y que están sobrellevando las consecuencias económicas y sociales de la pandemia. En Cataluña y en Madrid, por ejemplo, la incidencia del virus fue muy superior y hubo casos de personas vinculadas a nuestra colectividad que enfermaron y otras que perdieron la vida; hoy, por suerte, ya están mejor y en proceso de desescalada, aunque detrás de Galicia. Es muy alentador saber que los centros ubicados en Europa y en el resto de las autonomías españolas con presencia gallega funcionan como nosotros. Aquí en España, por ejemplo, los centros gallegos todavía no han abierto sus puertas, sin embargo, sabemos que en Suiza sí se han retomado ciertas tareas relacionadas con la restauración e incluso algunas manifestaciones culturales en grupos muy pequeños además de las que se están desarrollando online.
C. C.: ¿Los centros de qué países se han visto más afectados?
En este momento el Covid-19 está intensificando sus efectos en Latinoamérica, quizás el país que más sufre es Brasil —donde también hay colectividad gallega—. Si bien en Estados Unidos el número de contagiados y fallecidos es importante, no tenemos conocimiento de que nuestra colectividad se haya visto afectada. En la Argentina, donde el número de gallegos llega a 176.000, nos preocupa la edad de esa población, por lo que estamos tratando de que nuestra mecánica de trabajo se pueda desarrollar sin mayores impedimentos a pesar del confinamiento.
C. C.: ¿De qué manera se han organizado desde las diferentes áreas de la Secretaría Xeral de Emigración para realizar las tareas en tiempos de pandemia?
Nuestros funcionarios han estado a la altura de las circunstancias y han realizado sus tareas desde casa mediante el teletrabajo. Muchos ya se han reincorporado a sus puestos y ya tenemos atención presencial, que aumentará a partir de esta semana y, poco a poco, se irá volviendo a la normalidad. Agradezco muchísimo el esfuerzo que han hecho, todo lo relacionado con la pandemia ha sido y sigue siendo nuevo, pero nosotros hemos continuado con todos los procedimientos administrativos que dan soporte a los programas que desarrollamos. Uno de los más importantes se refiere a las “Ayudas económicas a las entidades gallegas”, que hoy se necesita más que nunca, y también tenemos las “Ayudas individuales”, que llegan a unas 12.000 personas en todo el mundo. Lo importante es que estamos en posición de pagarlas en forma inmediata cuando normalmente lo haríamos cuatro o cinco meses más tarde. Nuestros funcionarios se han implicado sobre todo en el trabajo de carácter social.
C. C.: ¿A cuántos centros y particulares llegan estas ayudas?
Abarca a todas las entidades que tengamos inscriptas. Teniendo en cuenta los diferentes programas, cada año recibimos alrededor de trescientas solicitudes; también puede ocurrir que un centro solicite más presupuesto de acuerdo al programa. Las ayudas están organizadas en dos bloques diferentes. Uno está destinado a cubrir los gastos de funcionamiento de las entidades y a ofrecer ayuda para las relacionadas con la cultura o con Galicia, así como la celebración de algún aniversario especial de 25, 50 o 75 años. El otro bloque de ayudas contribuye con las obras de mantenimiento o la adquisición de equipamiento para las sedes, como instrumentos o trajes tradicionales.
C. C.: ¿Y cómo se ha reactivado este apoyo?
Durante estos meses no hemos podido generar acciones específicas ni recursos, pero muchos de los gastos de funcionamiento siguieron existiendo. Es importante destacar que no nos hemos detenido ante esto sino que hemos buscado la forma jurídica para mejorar todos los programas y lo haremos con un 50% más en términos económicos para que los apoyos a las entidades gallegas del mundo puedan cubrir la falta de recursos propios y así evitar, en muchos casos, el cierre de instituciones o entidades en un año complicado. También financiaremos otras actividades, solo estamos a la espera de un plazo que tiene que darse en el aspecto legal. Los primeros días de junio, al resolverlo y tener la justificación del gasto, nos dará placer decir que hemos conseguido una cierta cantidad de ayuda para que la entidad sufra menos con el apoyo de la Administración Gallega.
C. C.: ¿A quiénes está dirigido el Programa GaliciaAberta y por qué se ha creado?
La labor de los centros es increíble y, por lo tanto, queremos potenciar lo que hacen a través de estos apoyos. Tenemos habitualmente programas que difunden la cultura gallega en el mundo, son nuestro norte. Uno de ellos es el de Obradoiros en el exterior. Todos los años enviamos al menos un profesor nuestro a cada centro para que enseñe las especialidades que nos demandan. A la inversa, traemos una vez al año a ochenta profesores de los diferentes centros del mundo para se especialicen con una actividad de formación para educadores que abarca aspectos didácticos y técnicos: es una forma de estar más cerca. Obviamente, en estos momentos, este intercambio no se puede llevar a cabo ya que los viajes internos en España están impedidos, también los internacionales y, sobre todo, los intercontinentales; además, los centros están cerrados, solo algunos están realizando actividades online con su aporte tecnológico.
C. C.: Siempre está atento a los programas pensados para los jóvenes, ¿qué experiencia le dejan los viajes que realizan para conocer la tierra de sus padres y abuelos?
Uno de los programas históricos de esta casa, que fue transformándose y adaptándose con el correr de los años, hoy se llama “Conecta con Galicia”. Le hemos dado un formato a través del cual, como sabes, vienen a nuestra tierra a pasar 15 días, alrededor de 140 o 150 chicos cada año y hacen durante una semana el Camino de Santiago y la otra disfrutan de deportes como remo, vela, paddle surf en el mar de Galicia —con 1.500 km es la comunidad autónoma de España con más kilómetros de costa—. La experiencia es increíble, les enseñamos nuestra cultura, recorriendo el ámbito rural, los paisajes, los caminos, y los invitamos a conocer a nuestra gente y a realizar un tramo de un Camino único que los lleva a Santiago de Compostela. Todos los años los visito y se lo pasan de maravilla: disfrutan de Galicia, la conocen, aprenden a quererla mucho más y a interiorizar todo lo que les han contado sus padres y abuelos.
C. C.: ¿De qué manera les abren el corazón desde Galicia?
Los jóvenes que llegan desde la Argentina, Brasil, Venezuela o Uruguay son recibidos y guiados por los mejores cicerones que puedan imaginar: chicos que viven aquí y que comparten con sus invitados las distintas propuestas. Así establecen un vínculo único de amistad que continúa una vez que vuelven a su país. Es una maravilla ver desde aquí cómo trasladan esa vivencia a través de Instagram o Facebook, porque de esa manera dan a conocer cómo les hemos recibido. Es uno de los programas más bonitos que desarrollamos y al que le ponemos más cariño. Lamentablemente, este año no se podrá hacer porque no podemos exponerlos en un momento como este, pero espero que el año que viene recuperemos el tiempo perdido, sobre todo porque tendremos la celebración del Año Xacobeo 2021.
C. C.: ¿Cómo se preparan para ese momento?
Bueno, nosotros —Secretaría de Emigración— ya estábamos trabajando con las entidades gallegas para brindarles recursos que les permitan realizar el viaje. Cuando hay año Xacobeo, organizamos una labor extraordinaria llamada “Día de la Galicia Exterior” en la que reunimos a gallegos de todos los centros del mundo aquí en Santiago de Compostela para que participen también de la fiesta y la celebración. Si bien este año hubo un impass, seguiremos con los preparativos para que en julio o agosto de 2021 pueda celebrarse ese Día tan especial y podamos disfrutarlo junto a las miles de personas que vendrán de todas partes. Creo que después de esta pandemia el interés y las ganas de llegar a Galicia cobrarán más fuerza y el disfrute será mucho mayor.
C. C.: ¿Qué foto visualiza para el instante en que se inicien los festejos del Xacobeo 2021?
Llevamos once años esperando esta gran celebración cultural y las circunstancias que hoy vivimos con esta pandemia no son ajenas a la Llevamos once años esperando esta gran celebración cultural y las circunstancias que hoy vivimos con esta pandemia no son ajenas a la realidad que ha tenido el Camino de Santiago a lo largo de su historia. Son muchos siglos de viajeros peregrinando desde toda Europa y desde todo el mundo para recorrerlo, y a lo largo de todos esos siglos también ha habido momentos de guerras y de pestes, pero el Camino de Santiago ha seguido funcionando. En esa gran arteria de la vieja Europa que hoy conecta con todo el mundo nunca han dejado de fluir penitentes atraídos por la fe. Estoy seguro de que a lo largo del nuevo año Santo será esa vía europea la que volverá a dar vida y a restablecer vínculos, por allí entrará la savia nueva a través de una gran vivencia que es símbolo de unión, de esfuerzo y de trabajo en equipo. Creo que este Xacobeo llega en un momento en el que realmente Galicia, España, Europa y el mundo entero lo necesitan.
C. C.: ¿Qué le inspira la frase del presidente de la Xunta de Galicia, Don Alberto Núñez Feijoo, en la que insta a que cada gallego sea embajador del Xacobeo?
Que es la vivencia cotidiana de los gallegos del mundo. Lo decía Don Manuel Fraga y el presidente lo ratifica. Donde hay un gallego, Galicia está presente, en su tierra y en su vivencia. En el año Xacobeo nuestros mejores embajadores serán los gallegos porque tienen ansias de visitar la Galicia de sus ancestros y serán los primeros que en 2021 trasladarán a la sociedad, estén donde estén, ese deseo de nutrirse de su particular esencia.
C. C.: ¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?
Hacer algo por los gallegos del exterior. Es una experiencia absolutamente enriquecedora el poder trabajar, vivir, compartir y convivir con los gallegos que viven en el mundo y saber que cuando haces algo estás ayudando a mejorar su calidad de vida sin importar dónde estén. Por otra parte, desde el punto de vista cultural, social y sanitario, ayudamos a que mantengan el vínculo con su tierra y a inspirar a las nuevas generaciones de gallegos nacidos en el exterior o que se fueron de Galicia hace tiempo —hoy son más de 500.000— y que siguen sintiéndose gallegos gracias a que sus abuelos y sus padres les han trasladado ese sentir. Como responsable político y desde la Administración de la Secretaría Xeral da Emigración, colaborar de esta manera, aunque sea un poquito, es lo que, sin duda alguna, más me llena de alegría.
Patricia Ortiz
Corrección: Ailen Hernández
Crédito fotográfico: Caminos Culturales – Camino Galicia
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