La llegada de Alberto Cacharrón a Ushuaia para inaugurar el recorrido del Camino Blanco —el primer trayecto en tierras sudamericanas del Camino de Santiago— fue todo un acontecimiento para la ciudad y estuvo acompañada por un pequeño homenaje al bicigrino en la Plaza de Galicia. Partió el 17 de enero y el día 19, luego de su llegada a Río Gallegos, debió tomar una importante decisión para resguardar su salud: tras sufrir dos caídas —y la rotura del hueso piramidal de la muñeca izquierda— debido a las condiciones de las rutas y el vacío provocado por el paso tan cercano de los camiones, no continuará con el itinerario.
Si bien el bicigrino no podrá seguir pedaleando por las rutas argentinas, su presencia y su paso por la ciudad de Ushuaia han dejado un balance positivo. Esta experiencia ha unido a distintas asociaciones e instituciones de ambos continentes y por eso ya han comenzado a elaborarse alternativas que enriquecerán el proyecto del Camino Blanco: cambiará el formato pero no el objetivo.
A pesar de desplegar su experiencia con la meta de unir Ushuaia y Galicia, el ciclista ourensano sufrió una caída que no le permitirá conducir su bicicleta en condiciones. El percance se produjo al intentar esquivar un camión que no respetaba las distancias de seguridad ante la presencia de vehículos pequeños como las bicicletas. Cacharrón sabía que pedalear desde el punto más austral de la Argentina sería un desafío y, finalmente, lo fue. De todos modos, cumplió con éxito las tres primeras etapas que había programado y llegó a Río Gallegos: de esta forma, y a pesar de haber roto su muñeca el primer día, soportó el dolor, como solo lo hacen quienes no abandonan de inmediato su propósito y logró rubricar su paso por Tierra del Fuego para entrar en la provincia de Santa Cruz.
La primera etapa lo llevó a hacer noche en Tolhuin para luego poner rumbo hacia el segundo destino: Río Grande. «La etapa hasta Tolhuin fue larga y dura. Se pasan dos puertos de montaña, el segundo a través del paso Garibaldi, por el que atraviesas las estribaciones de la Cordillera de los Andes. El tiempo frío dificulta arrastrar un remolque con veinticinco kilos y esto me obligó a ir con calma y marcar una velocidad más lenta”, relató el protagonista de esta aventura a Caminos Culturales. Agregó, además, que la carretera es estrecha y no se puede entrar al andén, repleto de piedras. Los camiones avanzan muy pegados y crean un vacío que es contraproducente”.
En cuanto a los paisajes, el bicigrino destacó que tanto la zona como la ruta de Ushuaia hasta Río Grande son espectaculares y que “hasta Lago Escondido se encuentra el Paso Garibaldi donde se descubre el bellísimo Lago Fagnano, de aguas azuladas y vistas magníficas, y la Cordillera de los Andes con su largo recorrido”.
“Son rutas en las cuales se ve lo bueno y lo malo”, explicó Cacharrón. El ciclista detalló que los problemas que aparecieron fueron, por lo tanto, el tráfico de camiones, los andenes llenos de piedras sobre los que no se podía circular, los fuertes vientos en contra y las largas distancias que debían cubrirse sin la infraestructura necesaria. “Si para una bicicleta que hace 100 km al día es complejo, para un caminante, al que le llevaría cuatro días, es muy desgastante”, especificó.
También comentó a Caminos Culturales que había recorrido virtualmente la ruta en varias ocasiones para ir mentalizándose, conociendo los terrenos que atravesaría y los obstáculos que podían aparecer durante el recorrido, “pero luego de realizar el trayecto, he comprobado que la ruta 3 es inviable para un peregrino”, concluyó el ciclista.
Por su parte, José Luis Recchia, presidente de la Cámara de Gastronomía y Hotelería de Tierra del Fuego y Caballero de la Orden de Santiago de Compostela —como Alberto Cacharrón—, destacó el trabajo mancomunado con la Municipalidad de Ushuaia, la Agencia de Desarrollo Ushuaia Bureau y con Alejandro López Dobarro, Delegado de la Xunta de Galicia en la Argentina y Uruguay. “La gran participación de locales y privados hizo que este proyecto se potenciara y materializara. Fue una satisfacción ser parte de esta primera parte del camino de Alberto, que ideó un proyecto que adquiere una gran proyección. Para nosotros, como destino turístico, su llegada ya forma parte de la historia de Ushuaia”, explicó emocionado.
De esta forma, el Camino Blanco ha sembrado semillas que echarán raíz y servirán como referencia de las ideas que surjan de aquí en más para completar este tramo sudamericano del Camino en un formato que se adapte a la geografía de la región. “Lo importante es seguir haciendo lo que uno viene haciendo, ayudar y seguir adelante, ese es también el espíritu del Caballero. El Camino de Santiago de Compostela es el anclaje: el resto es el transcurso de la vida”, concluyó Recchia.
Patricia Ortiz
Corrección: Ailen Hernández
Crédito fotográfico: Alberto Cacharrón y Caminos Culturales
Sra. Patricia Ortiz: Muy buena la nota sobre el Camino Blanco y las aventuras y desventuras del «bicigrino» Alberto Cacharron,de nacionalidad española quien quiere «prolongar» el histórico camino hacia Santiago de Compostela, en España, pero haciéndolo en bicicleta desde Usuahia hasta Buenos Aires.. Se trata de una muy feliz iniciativa que en este caso no ha tenido un auspicioso inicio porque como relata el artículo,debido a la mala conducción del tránsito de cargas por la ruta, el protagonista sufrió una caída con lesiones en una mano, lo que seguramente por el momento ha obstaculizado la realización de la feliz iniciativa. El justificado motivo debe alertar a las autoridades porque nuestras rutas deben ser seguras y los conductores de camión garantizar dicha seguridad. Si queremos atraer turistas y dar trabajo a los habitantes de nuestro suelo, debemos quitarles todo riesgo. Las heridas causadas a este distinguido deportista nos han alcanzado a todos y no podemos dejar de mencionar este lamentable episodio.