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Entrevista a Natalia Simoncini, la cantante que recupera los cantos tradicionales de los pueblos originarios.

La joven santafecina, se encuentra elaborando su primer disco solista de música popular latinoamericana, donde fusiona los instrumentos autóctonos con los electrónicos. Natalia es simple, directa y afectuosa. Se detiene ante cada pregunta y cuando responde lo hace como si estuviese escribiendo sobre un papel. Su mirada intensa conoce el valor del recuerdo al que regresa  como un Punto de Partida que finalmente le devuelve el  renglón en blanco donde empieza a contar su historia… ¿A qué proyecto le estás dedicando  tu energía? A mi primer disco como solista  que reúne un repertorio de música popular latinoamericana y donde me permito hacer lo que me gusta y que no he podido terminar de desarrollar en Electroautóctonas. En este nuevo corte que grabaré en Warner Music,  canciones relacionadas con los pueblos …

La joven santafecina, se encuentra elaborando su primer disco solista de música popular latinoamericana, donde fusiona los instrumentos autóctonos con los electrónicos.

Natalia es simple, directa y afectuosa. Se detiene ante cada pregunta y cuando responde lo hace como si estuviese escribiendo sobre un papel. Su mirada intensa conoce el valor del recuerdo al que regresa  como un Punto de Partida que finalmente le devuelve el  renglón en blanco donde empieza a contar su historia…

¿A qué proyecto le estás dedicando  tu energía?

A mi primer disco como solista  que reúne un repertorio de música popular latinoamericana y donde me permito hacer lo que me gusta y que no he podido terminar de desarrollar en Electroautóctonas. En este nuevo corte que grabaré en Warner Music,  canciones relacionadas con los pueblos originarios de Latinoamérica: abarco no solo los de  Argentina, sino que entro a un mundo diferente en cuanto a letras, historias de mujeres campesinas de México, de artistas como Lila Downs, Chabela Vargas, en la que  comencé a detenerme. Fui reuniendo  un material que se llamara Punto de Partida y tiene origen en mi ciudad natal.

¿Allí nace Natalia cantante?

De allí es “Natalia” cantante y mujer: siempre vuelvo al patio de mi abuela: a los 20 a los 30 años

El punto de partida tiene que ver con tus pasos en la vida o con tu nueva etapa como cantante?

Tiene que ver con mi comienzo allá por 1995 cuando gané un Pre Cosquín y un planteo que llegaba naturalmente desde unas ganas de hacer música; con un origen también en un antes y después en esta ciudad en la que vivo hace  5 años. Hoy llega con una producción inesperada a través de Walter Oliverio  y desencadena una producción nueva.

¿Te hubiese gustado que fuese con el grupo Electroautóctonas?

Si!. Con Carina Smith tratamos de ser creadoras y creativas y se ocupamos espacios en Bs. As. con un repertorio inédito, no tan popular, abordamos la danza e hicimos nuestro recorrido con la necesidad de estos cuatro 4 años atrás..

¿Qué creés que se vio en vos que te diferenciaba del grupo y te posiciona como solista?

Creo que fue mi intención de canto puro de la tierra mezclada con la rockera que está  en mí. Yo cantaba canciones en wichi con estilo rock nacional y se fue sintetizando.

El nombre lo dice…Electroautoctonas!

Así es. Electroautóctonas en su momento tuvo una transición y luego supimos en qué lado nos quedábamos. Nos dimos cuenta que  no nos definiríamos; en la música como en la pintura no se hace de una sola manera. Yo soy  una síntesis de todo eso; un pasillo venezolano, un bolero de Chavela o un corrido mexicano.

¿Qué encontramos en Punto de Partida?

A mí.  Compongo cosas como cumbias colombianas, un ballenato o cumbia colombiana. Hay canciones con base de reggae o música celta, una gaita, un violín, una viola, trompetas bandonéon…

¿En qué partes tenés que bucear en esta nueva propuesta?

No lo sé; creo que cuando me instale  en los ensayos con cada tema lo sabré. Trabajo con mis tres chicos de la banda y revisamos repertorios. No me alejo de la responsabilidad y apunto a la excelencia; esto tiene que ver con el crecimiento y es muy importante para mí.  Esta nueva producción no corre la mirada de mi camino como artista, me modifica a nivel de entrar a un festival, a un medio de comunicación, enmarcará la estética, la embellecerá pero mi creatividad está en primer plano.

¿Cómo es ese momento en el cual te conectas para comunicar de un modo específico?

Sucede en el escenario, es el lugar en el cual hago un desnudo de mi alma. Alguna vez escuche que el artista es artista porque tiene agujeritos en el alma y deseos de ser amado. Y es así, yo los tengo, uno puede hablar de mariposas y colores pero si no los vivís, no los transitas, no sabés.

¿La música te lleva a cambiar tus estados de ánimo o viceversa?

Me cambia, y cambio, puedo componer diversas piezas.  A veces me ganan las emociones y me cuesta agarrar una guitarra.

¿Qué musos o musas te inspiran?

La tierra es una musa inspiradora. Siempre llego a los cantos más antiguos. Los paisajes, los lugares, mi abuela está siempre de diferentes formas; ¡ella es el coraje entre cuatro paredes!. Ella no salió de su casa y lo conoce todo con su gran capacidad de amor y  ganas de vivir, esa forma de aferrarse a la vida, pase lo que pase. ¡Esa es mi bandera!

¿A qué no le cantarías?

(Natalia duda un instante, luego retoma) ¡El que canta sus males espanta; no me cantaría a mí, esa parte me cuesta, hoy no lo haría, quizás me asusto.

¿Cuál fue el momento de tu vida que te recuerda hoy a una canción cuando eras pequeña?

Tenía 8 años y era muy petitera: habíamos ido a Cosquín con mis padres y escuchaba que probaban sonido. Sin saber quién era, yo escuchaba a  La Juana Azurduy y ¡quería entrar!. Al terminar mamá me dijo que era la voz de la Negra Sosa. Y cuando logré subir al escenario dije: “voy a venir a cantar aquí cuando sea grande”. A los 16 años me inscribió un amigo y gané el Pre Cosquín: era mi noche y me cayeron las fichas así de repente. Después cuando murió mi papá fue un momento de dolor muy intentos, y le prometí que iba a seguir, como él no pudo.

¿Como te das cuenta que el público está a tu disposición?

Ahh (sonríe) Mi padre me lo enseñó: Vos fíjate Natalia, (decía) que cuando algo funciona en el escenario, hasta el que dice: ¡café! gira y presta atención; si pasaron 3 minutos y la gente se distrae, es difícil retomar la atención.

¿Cómo y dónde te ves de aquí a 10 años?

Con la música siempre, pero quizás de diferente manera. Seguire siendo la que soy con muchas transformaciones ¡pero yo!

Quiero evolucionar, dicho de otra forma porque uno crece y espero que en algún lugar de mi trayectoria pueda decir: Argentina me conoce.

¿Cuál es tu máximo objetivo?

Que la música no sea solo una bonita canción,  sino que se transforme en un discurso que logre transformaciones; por ejemplo le hablaría a la desigualdad en todos los órdenes.

¿Qué pensás de la representación que tenemos en el mundo?

Es buena y a veces cirquera, creo que tiene mas lugar el tango que el folclore. Si hablamos de otras épocas, Mercedes Sosa fue un emergente popular.  Carla Pugliese, por ejemplo es una cantante joven que con 30 años puede escribir para 60 instrumentos; en Japón es una eminencia.

¿El músico está bien reconocido?

Cuando se entra a un buen circuito se puede trabajar, el mientras tanto es difícil. Hay que complementarlo con otros trabajos, cuando se reconoce, se paga muy bien;

¿Cuándo lanzan el disco?

Será  en 2010, la idea es presentarlo en octubre en Mexico.  Hay cosas que faltan y pongo mi cabeza en los ensayos.

¿Cuál es la cualidad que destacás en vos?

Muy sincera y frontal y a veces eso me perjudica, pero es una cualidad que me permite también pelear por lo que creo justo. Quizás eso genera una frialdad al principio…

¡Una fuerza de acción genera otra de reacción!

Si. Es un intercambio gratificante,   como el que logro cuando estoy frente al público.

Patricia Ortiz

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