Vizcaya está ubicada en el País Vasco, al norte de España. Su capital, Bilbao, es un emblema de la arquitectura contemporánea gracias a sus construcciones vanguardistas, entre las que se destaca el Museo Guggenheim Bilbao. Además, su costa se extiende desde Cantabria hasta el límite con Guipúzcoa en una sucesión de playas, rías y, sobre todo, acantilados que ofrecen al turista inolvidables vistas para fotografiar.
En esta región también pueden encontrarse ciudades y zonas muy interesantes. Un punto de partida para iniciar el recorrido por la Vizcaya interior podría ser, por ejemplo, la histórica villa de Gernika-Lumo. Su nombre atravesó todas las fronteras gracias a la genial obra de Pablo Picasso, quien la convirtió en un símbolo contra la muerte y la destrucción que produce la guerra, cualquiera sea su forma. La obra del malagueño transmite el dolor y el sufrimiento del pueblo vasco en cada trazo y expresión. Gernika es, hoy por hoy, reconocida internacionalmente por ser el lugar en el que se llevó a cabo el bombardeo de las fuerzas aéreas alemanas e italianas contra la población civil en 1937, durante la Guerra Civil española.
A raíz de este hecho, pocos edificios se mantuvieron en pie, la mayoría de ellos ubicados alrededor de la Casa de Juntas. Es el caso del Palacio Alegría, un palacio barroco que adquirió su distribución actual en 1773 y donde funciona desde 1982 el Museo Euskal Herria, que da a conocer la historia del pueblo vasco. La iglesia de Santa María, construida en el siglo XV, de estilo gótico y renacentista, fue otro de los edificios que logró sobrevivir a la destrucción.
Hay, además, un lugar especial en esta pequeña ciudad que no puede dejar de visitarse: el Árbol de Gernikao Árbol Viejo, un roble centenario bajo cuya sombra se reunían las antiguas Juntas Generales. Es por eso que hoy se encuentra, a metros de este histórico árbol, la Casa de Juntas de Gernika, que atesora en sus galerías retratos de la jura de los Fueros por parte de los señores de aquella época. Este árbol es todo un símbolo para el pueblo vasco, ya que bajo la sombra de sus ramas juró su cargo el primer lehendakari. Su presencia en la ciudad representa, por lo tanto, la democracia y los derechos de un pueblo fiel a sus raíces fuertes y nobles.
Patricia Ortiz
Corrección: Ailen Hernández
Crédito fotográfico: Ayuntamiento de Gernika-Lumo