Entrevista al Licenciado Emiliano Fernández, intendente de Gobernador Virasoro, una ciudad que además de celebrar los flamantes noventa y cuatro años de su nombre actual el 23 de septiembre, organiza el convocante Festival Provincial del Mate y la Amistad 2020. Las medidas impuestas a raíz del Covid-19 hicieron que este año el festival se celebre los días 25 y 26 de septiembre vía streaming, con un acto central para un público muy reducido en la plaza principal. Esta edición virtual busca darle continuidad e impulso para transformarlo en una Fiesta Nacional y así dar a conocer las tradiciones y la cultura de la ciudad.
C. C.: ¿Cómo es la historia de Gobernador Virasoro?
El 23 de septiembre la ciudad cumplió noventa y cuatro años como Gobernador Virasoro, antes se llamaba Villa Vuelta del Ombú. No tiene fecha de fundación sino esta, la fecha de imposición de su nombre. Además, el crecimiento demográfico en los últimos cuarenta años ha sido explosivo: pasó de tener 4.000 habitantes a 50.000, con una economía diversificada. Es una ciudad industrial, de clase trabajadora, con mucha integración social porque nuestra población es misionera, entrerriana y correntina. Somos, además, la capital provincial del mate y de la foresto-industria, por eso quisimos mantener este año el Festival aunque no pudiéramos hacerlo como siempre.
C. C.: ¿Qué evolución ha tenido el festival?
Fue creado hace ocho años con el objetivo de, por un lado, revalorizar la importancia de la industria de la yerba mate en la ciudad y del mate en sí, que une a las personas y genera lazos de amistad en todo el país. Por el otro, se buscó darle un espacio a artistas, emprendedores locales y artesanos en una ciudad que es más industrial. En sus inicios, era una fiesta chama macera con artistas de Corrientes y Virasoro no tan conocidos. Con los años, se le dio un enfoque distinto y se fue profesionalizando, en 2018 y 2019 tuvimos actuaciones de Kapanga, Agapornis y Los Totora: generamos un espacio juvenil porque el 70% de la población tiene menos de treinta años. Así se volvió una fiesta atractiva para las localidades vecinas.
C. C.: ¿Tiene alguna simbología el escudo de la ciudad?
Sí, ¡y es sorprendente! Lo creó mi abuela, quien ganó un concurso para diseñarlo: hay tazas, una pluma, un mate, los yerbatales. Nuestro escudo representa lo que somos: potencial ganadero —somos capital nacional del cebú— e industria del té, la yerba y la forestación. Virasoro tiene la cooperativa más grande de Corrientes, y al ser ciudad industrial, tiene también una cultura del trabajo muy fuerte y mucha migración, sobre todo de Misiones.
C. C.: ¿Qué significa Virasoro para usted?
Yo nací en Virasoro, viajé a Buenos Aires para hacer la licenciatura en Ciencias Políticas en la Universidad de Buenos Aires y también una Maestría en la Universidad de San Andrés, pero regresé porque este es mi lugar en el mundo. Si bien es una ciudad en la que la infraestructura no acompañó el explosivo crecimiento demográfico, el potencial productivo industrial que tiene y los valores del virasoreño se reflejan en una fuerte cultura del trabajo y de ganas de emprender: somos luchadores. Y esta es una ciudad de oportunidades, diría que el 99% de la gente que viene, no se va.
C. C.: ¿Y qué es lo que más le gusta de la ciudad?
Respirar su aire puro. Los paisajes y la tierra colorada, el verde de los pinares y eucaliptos, el cielo celeste y la tranquilidad me encantan.
C. C.: ¿Qué caminos históricos o patrimoniales hay en Virasoro?
Somos parte del recorrido que une Brasil, Paraguay y Argentina a través de treinta y siete pueblos jesuíticos que formaban el ex Camino Real de las ruinas jesuíticas. Tenemos la posta de San Alonso y las ruinas de San Isidro. Mucho se ha perdido, pero las ruinas pudieron rescatarse a pesar de los daños. Hoy en día el Municipio las explota pero son propiedad privada, por eso estamos intentando lograr el dominio público como patrimonio cultural.
C. C.: ¿Que liderazgo político implementa en su gobierno?
Soy una persona que cree en los consensos. La sociedad necesita cerrar grietas y terminar los conflictos. Es interesante conversar y tener un contacto directo con el vecino. El político tiene que darse cuenta de que los cargos son circunstanciales y que tienen fecha de expiración, así lo indica la Constitución. Como intendente puedo estar ocho años, pero no por eso puedo creer que soy omnipotente. En la actualidad, las redes sociales nos dan acceso a la información y los políticos rendimos cuentas todos los días. Pienso que responsabilidad y mesura son imperantes al momento de cambiar algo. Nuestro eslogan de campaña fue “Transformando”, porque buscamos transformar la estructura de la ciudad y las actitudes del ciudadano.
C. C.: Suponiendo que todo mejore en 2021, ¿cuál sería su primer proyecto dirigido al turismo y la cultura?
En cuanto al turismo, tenemos el portal Galarza de los Esteros del Iberá, patrimonio natural de todos los correntinos. Existe un convenio de turismo social por el que se subsidia la tarifa a los alumnos de la escuela primaria y secundaria de la ciudad y a los empleados municipales. Queremos que el virasoreño los conozca y pueda disfrutarlos. Aunque la acción quedó interrumpida, la retomaremos. También el proyecto de conseguir el dominio público para proteger e invertir en la ruta jesuítica y la Posta de San Alonso. A través del Vaticano, gestionamos junto al obispado de Santo Tomé una réplica de San Alonso para armar un oratorio y una capilla. Además, tenemos el proyecto de los Murales de San Martín, un trabajo que cuenta con cooperación internacional, especialmente en Boulogne Sur Mer, Francia. La idea es convertir los murales que están en la plaza y transformarla en un museo abierto en honor al General Don José de San Martín.
C. C.: ¿Qué balance realiza en estas fechas tan importantes para la ciudad?
Más allá del balance de la gestión, hay que reflexionar sobre lo que vivimos, en especial el post pandemia: qué ciudad y qué país tenemos. Esta situación adversa tiene que tener algo positivo, tenemos que preguntarnos por qué esta pandemia llegó al mundo y cómo podemos cambiar los comportamientos nocivos que tenemos como sociedad. Desde nuestro lugar, el objetivo es preservar las fuentes de trabajo y que la economía regional y local siga funcionando, luego podremos reflexionar y hacer un balance para ver si merecemos seguir.
Patricia Ortiz
Corrección: Ailen Hernández
Crédito fotográfico: Intendencia de Gobernador Virasoro