Doce ciudades de Brasil ya han comenzado a preparar su arsenal de encantos para seducir a los fanáticos del deporte que sueñan con asistir a la Copa del Mundo FIFA 2014.
Distribuidas a lo largo y a lo ancho de la geografía brasileña, las ciudades-sede que albergarán la máxima cita del fútbol global han comenzado a trabajar para agasajar a los visitantes y brindarles toda la diversidad de paisajes, hitos culturales y delicias gastronómicas que sólo Brasil puede ofrecer. Rio de Janeiro, que dos años después de la Copa del Mundo FIFA 2014 será escenario de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos 2016 no necesita presentación. Es universalmente famosa por sus símbolos clásicos: las deslumbrantes veredas de Copacabana e Ipanema, el Cristo Redentor que domina la ciudad desde el Corcovado, su célebre carnaval, el ascenso al Pão de Açúcar, los memorables festejos de Año Nuevo… São Paulo, conocida como la ciudad de los negocios, es en sí misma un universo con una inagotable oferta cultural, gastronómica y artística. Y estando en la Avenida Paulista, el Parque Ibirapuera o el Museo del Fútbol, es difícil resistir la tentación de recorrer los alrededores y gozar de las aguas de Ilhabela o esa tierra de aventuras llamada Brotas.En Belo Horizonte encontrarán una ciudad cosmopolita y pujante, en la que el plan ideal es dejarse llevar por las especialidades de la cocina local en los innumerables bares que pueblan sus calles, convidando delicias para todos los gustos.Salvador de Bahía aguarda a los fanáticos del fútbol con su mixtura de colores y sabores, de credos y razas. La ciudad más étnica de Brasil esconde en sus calles y en sus playas una mezcla cultural inigualable que maravilla a cada paso: recorrer su centro colonial, declarado Patrimonio Cultural Mundial, en el afamado Pelourinho, en sus iglesias y conventos, o en las arenas de Stela Maris e Itapuã, vivir Salvador es vivir presente, pasado y futuro de Brasil, todo en un mismo momento.Recife, Natal y Fortaleza, en el Nordeste del país, también esperan a la Copa del Mundo FIFA 2014, con sus paraísos junto al mar listos para ser explorados. Llamada la “Venecia brasileña” por sus puentes, ríos y canales, Recife es también el más grande centro de esparcimiento de esta región y el sitio ideal para darse el gusto de conocer esa ciudad-museo vecina que es Olinda, con el casco histórico mejor conservado del país, o el archipiélago de Fernando de Noronha, un tesoro natural que enamora a los amantes del buceo. Por su parte, Natal, o la “ciudad del sol”, como se la llama, posee uno de los litorales marítimos más bellos del planeta, custodiado por inmensas dunas de arenas blancas. Aún más al norte, Manaus es el portal de entrada hacia la más grande floresta tropical del planeta: la Selva Amazónica. Quien no pueda decidir si le gusta más la ciudad o la naturaleza, encontrará en Manaus su lugar: una ciudad que combina la agitación de una gran urbe con la tranquilidad de la mayor reserva natural del mundo. Cerca del otro extremo de la jungla amazónica, la ciudad de Cuiabá tiene el privilegio de ser el centro geodésico de América del Sur y de estar rodeada por tres grandes ecosistemas distintos: la selva, las sierras y uno de los pantanales más grandes del mundo.De la fascinación por la naturaleza, el visitante puede pasar al deslumbramiento frente a la obra de la mano del hombre.
Brasilia también será sede de la Copa del Mundo FIFA 2014 y espera a sus visitantes con su incomparable legado arquitectónico, que la ha llevado a ser la única ciudad del siglo XX declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. Su planificación urbanística y sus edificios modernistas, quizás la máxima expresión de un modo de entender la arquitectura, hacen del distrito federal de Brasil una maravilla monumental, tan disfrutable como asombrosa.Y en el sur de Brasil, dos modernas urbes también se alistan para recibir al mundo. Curitiba, una de las ciudades con mejor calidad de vida del país, está naturalmente preparada para ser anfitriona. Cosmopolita y de fuerte influencia europea, la capital del estado de Paraná es un sitio donde es simplemente agradable pasar los días. Ya sea disfrutando de su amplia oferta cultural, de su impecable infraestructura o de su proximidad con Foz do Iguaçu, la estancia en Curitiba es siempre inolvidable. A su vez, la efervescente Porto Alegre brinda, a quien quiera sumarse, la activa vida de sus habitantes, incansables a la hora de gozar de la diversidad cultural, de la oferta artística, de su historia y de sus atracciones naturales, tanto de día como de noche.
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