La provincia de San Juan propone, entre sus recorridos enmarcados en la fe, el de la Difunta Correa, un camino popular que puede recorrerse en cualquier momento del año. Este Santuario tan especial para los sanjuaninos está ubicado en la localidad de Vallecito, departamento de Caucete, a 64 kilómetros de la Ciudad de San Juan. La historia de valor y entrega de Deolinda Correa fue transmitiéndose de generación en generación hasta llegar a ser, hoy, uno de los cultos más populares de la Argentina.
Miles de fieles viajan año a año hasta el Santuario para agradecer la intercesión de la Difunta y dejar su ofrenda, aunque hoy en día también llegan muchos visitantes atraídos por la fe en esa esperanza, que trasciende los límites territoriales e inclusive, en algunos casos, las religiones y creencias. Es por ello que en el año 2018, el Ministerio de Turismo y Cultura a través de la Dirección de Patrimonio Cultural y Natural de la provincia de San Juan, inicia el pedido de declaratoria de este reconocido recurso, cultural, para que sea declarado como bien integrante del patrimonio cultural de la provincia de San Juan. Así, de esta forma, los turistas tienen la posibilidad de conocer otro aspecto de la provincia y de conectar con las raíces del pueblo sanjuanino.
La arquitecta Andrea Blanco, Directora del Área de Patrimonio durante ocho años y hoy a cargo de la Coordinación de Proyectos Arquitectónicos de la Quebrada Zonda, dependiente del Ministerio de Turismo y Cultura la importancia de dar a conocer, a través de investigaciones detalladas y serias, la fuerte impronta que este culto tiene en la provincia, destaca el trabajo ejecutado para lograr nombrar a la Difunta Correa Patrimonio Intangible de la provincia: “Esta designación desde el plano inmaterial se fundamenta en que se trata de una de las tradiciones más arraigadas en el pueblo sanjuanino y en los argentinos, llega incluso a trascender nuestras fronteras”.
“El primer milagro que se le atribuye a la Difunta es haber salvado a los animales del arriero Flavio Zeballos, quien construyó en 1898 el que hoy es considerado el primer templo”, explicó Blanco. Desde entonces, infinidad de personas han visitado el Santuario y se han volcado a la figura de Deolinda para hacerle algún pedido especial, “así se convirtió, con el tiempo, en una parte importante de la identidad de los sanjuaninos”, concluyó. Quienes se acercan al Santuario, antes de llegar a la imagen de la Difunta Correa —recostada y protegiendo a su pequeño hijo—, deben atravesar una construcción ocupada por cientos y cientos de objetos ofrecidos a la Difunta. La ofrenda más simbólica, sin embargo, es la botella de agua, bebida que en aquellos tiempos les hubiera salvado la vida.
A hora de hablar sobre el sitio en el que se encuentra el Santuario, Blanco dio algunos detalles sobre esa primera capilla erigida por el arriero Zeballos: “Cuenta la historia que en 1898 una tormenta dispersó el ganado de Flavio Zeballos y que este, en medio de la noche y cerca de la cruz que señalaba la tumba de la difuntita —ya en ese tiempo decían que era milagrosa—, prometió construirle una capilla si recuperaba sus animales. Así sucedió y él cumplió su promesa. Poco a poco la gente fue acercándose a dejar diversas ofrendas en forma de agradecimiento: botellas de agua, vestidos de novia, fotografías, flores… Grandes deportistas y reconocidos artistas han dejado también sus preciados objetos”, concluyó.
La Difunta Correa “es el más claro significado de nuestro Patrimonio Intangible. Y el sitio en el que se le rinde homenaje y se le ofrecen muestras de agradecimiento es el punto en el que la inmaterialidad de una creencia se vuelve tangible”, explicó Blanco. La provincia está trabajando en la creación de proyectos relacionados con la cultura, el turismo y el patrimonio, y el Santuario de la Difunta es uno de sitios incluidos en ellos. “Es un gran honor formar parte y aportar mi granito de arena a través de nuestro trabajo y de la gestión técnica, pero también es un gran compromiso porque somos el eslabón que une a muchas generaciones. La manera en la que cuidemos nuestro Patrimonio Cultural y Natural para las futuras generaciones y consigamos transmitirlo será una vara que le permitirá sobrevivir”, será nuestra vara”, concluyó emocionada.
Patricia Ortiz
Corrección: Ailen Hernández
Crédito fotográfico: El Rincón de la Historia
Gracias Patricia por ocuparte de lo tesoros y patrimonios de San Juan!!
Los felicito. Le daré difusión. Es una forma de viajar ahora que no podemos salir de nuestras casas. Estamos hartos de la pandemia virosica.Gracias aprendi algo nuevo hoy. Solo conozco San Juan (Capital)
Los felicito. Le daré difusión. Es una forma de viajar ahora que no podemos salir de nuestras casas. Estamos hartos de la pandemia virosica.