Entrevista a la arquitecta Marcela Fugardo, directora del Museo, Biblioteca y Archivo Histórico Municipal de San Isidro “Dr. Horacio Beccar Varela”, quien participó —junto a otros profesionales— de la investigación realizada para iniciar la puesta en valor de la Plaza Mitre, declarada Lugar Histórico Nacional. El intendente del Municipio, Dr. Gustavo Posse, ha puesto en marcha las obras luego de recibir la autorización de la Comisión Nacional de Monumentos y busca, con esto, devolverle a la histórica plaza su esplendor y recuperarla como espacio público para los vecinos.
C. C: ¿Cuál es la historia de la Plaza de San Isidro?
El espacio de la plaza ha sido, desde siempre, el escenario fundante de nuestro pueblo: allí fundó Domingo de Acassuso la primitiva capilla en 1706 y sobre uno de sus lados se ubicaba el antiguo camposanto. Las procesiones en honor al Santo, cada 15 de mayo, recorrían las calles de los alrededores y llegaban hasta la plaza. En algún momento del siglo XIX, cuando San Isidro se delineaba ya como un pueblo, la plaza se convirtió en paseo y punto de reunión cívica. En 1806, por ejemplo, el párroco Bernabé Márquez convocó allí a los vecinos del Pago de la Costa para que se unieran a la Reconquista de Buenos Aires.En 1910, con los festejos del Centenario de la Revolución de Mayo, la inauguración de la estatua de Bartolomé Mitre reforzó aún más ese espíritu de espacio cívico y comenzaron a realizarse allí los festejos patrios. En las noches de verano tenían lugar las tradicionales retretas o conciertos al aire libre y cada 15 de mayo se desplegaban las kermeses patronales. Se trata de una «plaza matriz», el núcleo central del Casco Histórico de San Isidro.
C. C: ¿A qué se refiere cuando habla de “Plaza Matriz”? ¿Qué la distingue de otras plazas?
Una plaza es una porción localizada de la traza de la ciudad, afectada a un uso social y cívico. Pero esta caracterización básica adquiere otro registro cuando se trata de una «plaza matriz», que según la terminología del urbanismo hispanoamericano es la plaza fundante e histórica de un poblado. Alrededor de ella se verifican los acontecimientos públicos más remotos de la comunidad. Es, por lo tanto, la escena privilegiada de la vida cívica local en la que confluyen, y con la que se identifican, todas las familias del vecindario, en una cadena de memorias que uneel presente con el pasado colectivo. Si bien en el caso de San Isidro no se verificó el modelo fundacional indiano del «damero» regular, la Plaza Mitre es, por su emplazamiento y por la antigüedad del solar, el núcleo central dentro del casco histórico. Además de su status jurídico-patrimonial, todo esto ha sido tenido en cuenta para la intervención del sitio.
C. C: ¿A quién corresponde la idea de su renovación y quién realizó el proyecto presentado a la Comisión Nacional de Monumentos?
La puesta en valor de la Plaza es una directiva del Intendente del Municipio, el Dr. Gustavo Posse. La decisión forma parte de una agenda de acciones vinculadas con la recuperación del sector céntrico de San Isidro que yase están llevando a cabo. En cuanto al aspecto operativo, esta directiva concreta sobre la Plaza se plasmó gracias a la formación de un equipo técnico ad hoc que elaboró el proyecto de manera interdisciplinaria, con el aporte de diversas áreas: Planeamiento Urbano, a cargo del Arq. Diego Augusto; Espacio Público, a cargo de Leandro Martin; el Museo Beccar Varela, que está a mi cargo y depende del Área de Cultura; y el Área de Prensa, dirigida por Laura Narbais y que facilita la comunicación con los vecinos en todo lo relacionado con el proyecto. La tarea fue muy grata y muy enriquecedora, porque pudimos intercambiar criterios entre las distintas áreas en un clima de trabajo constructivo y respetuoso.
C. C: ¿Qué aportes en la investigación realizó el Museo Beccar Varela?
Nuestro museo realizó una investigación histórica y, principalmente, fotográfica para determinar los valores de autenticidad y para establecer los «cortes» epocales en la historia de la Plaza. Es decir, a través de numerosas imágenes de nuestra colección se verificaron la agregación, supresión o suplantación de diversos elementos de diseño, traza, paisaje o de equipamiento que influyen en la configuración del paseo. Lo siguiente fue datarlos, a efectos de disponer de esos cortes de época, para finalmente fijar un umbral cronológico al que llevar la restauración, en este caso, la década del ´40, con algún elemento posterior muy significativo, como el bebedero. A mí me tocó, además, aportar al proyecto esa mirada patrimonial que lo diferencia de una propuesta de obra pública común.
C. C: ¿Cuál es la historia del reloj floral?
El reloj floral data de 1913 yfue una iniciativa del entonces intendente Adrián Beccar Varela, quien vio el reloj floral de Edimburgo en una postal enviada por un amigo y tomó la idea. Ya forma parte de la tradición el hecho de que, dada la singularidad de la propuesta —iba a ser el primer reloj floral de Sudamérica—, Beccar Varela llevaba esa postal en su bolsillo para evitar que el intendente porteño tomara conocimiento de su idea y se anticipara. Fueuna marca-ciudad para la época, un hito de modernidad de aquel San Isidro que poco a poco iba dejando atrás su perfil rural y veraniego e iba asumiendo una nueva identidad urbana. A partir de su inauguración, las familias locales elegían la parte alta de la Plaza para tomarse fotografías, siempre con el reloj floral de fondo.
C. C: Hoy en día, ¿qué significaesta plaza para los vecinos de San Isidro? ¿Cómo quedará luego de la renovación?
Es un lugar físico con una identidad propia, pero es, a la vez, un lugar moral, proveedor de identidad para todos los sanisidrenses. Es un espacio planificado de disfrute y de ocio comunitario, de encuentro familiar y amistoso, de descanso y de lectura, de paseo de mascotas y «mateadas». Es un pulmón verde y un muestrario de la belleza forestal de San Isidro y de la riqueza de su historia —de más de tres siglos—. Es un espacio transversal que supera las diferencias de edades, sexos, creencias e ideologías. Es el ágora privilegiada para los actos patrióticos, una expresión de continuidades históricas más allá de las épocas. Y es también un lugar de memoria e inspiración. Durante la investigación histórica nos llamó la atenciónla cantidad de fotografías de familias y de parejas de novios registradas en la Plaza. A partir de esto, la idea es poder relatar esas historias vecinales en un Centro de Interpretación situado en la Plaza; la Subsecretaría de Cultura municipal participará en la preparación del montaje y del guion.
C. C: ¿Qué apoyo recibieron departe de la Comisión de Monumentos para aprobar este proyecto?
Al intervenir la Comisión Nacional de Monumentos, presidida por Teresa Anchorena, el Municipio hizo la presentación cumpliendo con los preceptos de las leyes 12.665 y 27.103. Como respuesta, contamos con la presencia del Arq. Jorge Caramés, quien se encargó de la revisión y del asesoramiento: visitó la Plaza y captó de inmediato el espíritu del proyecto, por lo que hemos tenido muy en cuenta las recomendaciones prácticas que nos hizo. Pero además, durante el proceso de elaboración de los criterios patrimoniales contamos con el asesoramiento desinteresado de un experto que, en su momento, integró el cuerpo colegiado de la Comisión Nacional de Monumentos: el Dr. Oscar De Masi. Les estamos muy agradecidos porque generosamente nos aportaron su experiencia, y también agradecemos al cuerpo directivo de la Comisión Nacional de Monumentos, porque realmente escucharon nuestra propuesta y contribuyeron a mejorarla desde el expertise del patrimonio. En cuanto comiencen las obras, daremos aviso para que haya un seguimiento de las tareas. Creemos que es el modo virtuoso de trabajar en este tipo de intervenciones.
C. C: Por último, ¿cómo se relaciona la recuperación de un Patrimonio histórico con el valor que a este le otorgan los vecinos?
El patrimonio no es una cuestión de antigüedad sino de identidad, y la recuperación de la Plaza Mitre va a reforzar el aprecio identitario que los vecinos han sentido por ella generación tras generación.
Patricia Ortiz
Corrección: Ailen Hernández
Crédito fotográfico: Arq. Marcela Fugardo