El Parque Provincial Ischigualasto, el museo natural del Triásico, está ubicado al noreste de la provincia de San Juan, en los departamentos de Valle Fértil y Jáchal, y limita con la provincia de La Rioja.
Este paraíso único y extraordinario cuya coordinación general está a cargo del Lic. Emilio Fernández propone a los visitantes de la Argentina y del mundo retroceder en el tiempo más de doscientos millones de años para descubrir las distintas formaciones sedimentarias que forman parte de un circuito tradicional de cuarenta kilómetros al que se le suma un nuevo producto de características culturales. “En este año –relata Fernández a Caminos Culturales–, y debido al creciente interés que suscita el parque, generamos un nuevo y extraordinario recorrido: ‘La Ruta del Arriero’ en Ischigualasto, el paso que utilizaban los hombres para atravesar la barranca hacia la localidad de Jáchal que, hace doscientos años, era inaccesible para pasarlo con animales, vacas o algún medio de transporte de la época. El paso obligado era este del Parque”, nos cuenta el coordinador, mientras fotografiamos las impactantes muestras de un tiempo que ha dejado un legado cultural en bloques que los antropólogos distinguen como piedras grabadas y marcas del ganado que transportaban: “estos símbolos de los arrieros están en todo el costado de la cordillera”, comentó.
“La ruta del arriero representa un momento histórico puesto en evidencia por una serie de petróleo jalonado a lo largo de un trayecto que atraviesa el parque provincial Ischigualasto, que coincide con una serie de emplazamientos utilizados anteriormente por culturas prehispánicas. Estos caminos o rutas atraviesan el territorio provincial en varios puntos y trayectos y se extienden incluso, fuera de ella.
“En la actualidad, la Dirección del Parque Provincial Ischigualasto, ya realizó la presentación y sensibilización del nuevo producto Turístico-Cultural ‘Tiempo pasado y Ruta de los Arrieros en Ischigualasto´ a la comunidad del Departamento Valle Fértil”, agrega por su lado el arquitecto Jorge Martin, Director de Patrimonio Cultural del gobierno de la provincia de San Juan, quien se encuentra trabajando en el impulso de un proyecto que, constituye un valioso testimonio de la actividad humana –y por tanto, patrimonio cultural–, que se suma al patrimonio Natural, Geológico y Paleontológico, por el cual Ischigualasto es conocido a nivel mundial y reconocido por Unesco e incluido en la lista de Patrimonio Mundial en el año 2000, conforme al criterio VIII de la Convención del Patrimonio Mundial, reconocimiento que valida y certifica que Ischigualasto se encuentra entre los sitios con Valor Excepcional Universal por “…ser ejemplos sobresalientes que representen etapas importantes de la historia de la tierra, incluido el registro de la vida, procesos geológicos significativos en curso en el desarrollo de formas terrestres o características geomórficas o fisiográficas significativas”.
Son precisamente estos registros de vida, que además de las formas de vida que datan de millones de años, en este caso, suman las evidencias de la presencia humana mucho más recientes, las que constituyen una evidencia también de gran importancia, que conforma un valor agregado relevante y susceptible de ser preservado en óptimas condiciones por encontrarse dentro de un área declarada y protegida.
Por su parte, Emilio Fernández, experto guía del lugar, se detiene en espacios encantados de un maravilloso paisaje que anuncian aspectos culturales relacionados con la gente que en algún momento o período los recorrió y que señala como muy particular debido a que en un trayecto de tres kilómetros o poco menos hay una concentración de piedras que, sin duda, indican el camino. En otro tramo se observan con admiración algunos detalles intentando comprender cuál puede haber sido el elemento con el cual se han percutido las piedras: palo, hierro, puñal o elemento; además existe una caligrafía o manera de escribir: “No son palotes; es una fina escritura que da fe de una muy buena preparación y educación que tenía un gran significante para ellos al dejarlos expuestos en este camino. Ese lugar ha sido relevado por el Instituto Nacional de Antropología (INAP) para que este año podamos hacerlo público”, destacó Fernández mientras anunciaba que estábamos en la parte en la cual ripearon el camino para hacerlo accesible. “Los petroglifos constituyen testimonios de cultura que desde cazadores recolectores y posteriores arrieros en su trashumancia, dejaron su ‘huella’, su ‘mensaje’, la marca de su presencia, de su trabajo, e incluso de sus costumbres.
El conocimiento de un territorio predominantemente árido, con escasa presencia de agua y pasturas y su transmisión a las nuevas generaciones, constituyen un “patrimonio” invalorable para quienes lo poseían: desde las sapiencias de las culturas originarias a los criollos que habitaron y recorrieron este suelo, fueron todos saberes muy valorados y así entendidos por el general Don José de San Martín para la planificación y estrategia de la campaña libertadora, por Domingo Faustino Sarmiento, hijo de un arriero y baquiano, quién además realizó varios cruces de la Cordillera de los Andes y empalma en la vida cotidiana de quienes hoy viven en y de este particular territorio”. Aún hoy –explicó Jorge Martín–, el baqueano y el arriero son personajes vivos y presentes, indispensables en un paisaje tapizado de serranías, montañas y cordilleras que engarza entre sus pliegues, pequeños valles, enhebrado por caprichosos cursos de agua, proveedores de vida”.
San Juan es una provincia cuya riqueza se admira, se conoce y se valora debido a un trabajo conjunto que expresa la decisión de un gobierno que vela por su tierra: “Tal como nos pide nuestro gobernador, Sergio Uñac, hemos asesorado y realizado un trabajo coordinado, entre la Dirección del parque Provincial Ischigualasto con nuestra Dirección de Patrimonio Cultural del Ministerio de Turismo y Cultura, pero también con las Dras. María Mercedes Podestá y María Pía Falchi del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (Inapl), dependiente del Ministerio de Cultura de la Nación, para brindar información certera y fidedigna tanto en la cartelería como en el guiado del sitio, también por otras vías de sensibilización”, manifestó el arquitecto, quien, además, valoró la producción de los “Diálogos en el Tiempo”, una serie Documental en la que arqueólogos y arqueólogas del Inapl recorren nuestro país para documentar los sitios arqueológicos que preservan la historia de las antiguas poblaciones. “Entre ellas –subraya–, una de las más destacadas es, obviamente, Ischigualasto. En efecto, ‘Diálogos…’ es un Proyecto del Ministerio de Cultura en conjunto con el Canal Encuentro, cuya realización estuvo a cargo de la Universidad Nacional de Río Negro, con quienes junto a la Dirección del parque coordinamos y apoyamos desde los aspectos logísticos y en la etapa de preproducción”.
La Ruta del Arriero genera y posibilita así un servicio editado de la mejor manera; es ese el foco de la perspectiva a la que apuesta el Lic. Fernández: “Día a día se eleva la vara para que nuestro Parque Provincial de Ischigualasto sea una elección para el visitante que cuenta con el trabajo de guías bilingües y eso le da al lugar un tono distinto. En cuanto a los que formarán parte de la Ruta del Arriero, muchos son parientes de quienes pasaron por el lugar y enriquecen notablemente la visita porque pueden contar una anécdota, rememorar un hecho o costumbre de la época”.
No es fácil resumir la valiosísima experiencia que me ha aportado esta nueva “ruta” recorrida, descubriendo nuevos senderos en medio de un escenario natural tan fantástico como imposible de describir con palabras. Así que solo queda tentar a los lectores a una visita que, con certeza, les resultará gratificante: no hay muchos sitios arqueológicos que combinen la cultura prehispánica y aborigen con el mundo de los arrieros criollos que permitan ver aquel particular mestizaje de la historia sudamericana.
Patricia Ortiz
Corrección: Ricardo de Titto
Crédito fotográfico: Caminos Culturales