Entrevista al profesor de historia Damiro Garay, quien destaca el valioso patrimonio que Jáchal guarda en sus calles: las antiguas casonas de adobe, que representan la historia colonial de la ciudad y de la provincia. Esta postal, sin embargo, corre el riesgo de desaparecer, ya que el paso del tiempo ha dejado marcas en sus paredes y cimientos y las ha ido deteriorando. Así, esas paredes sin fuerza podrían llevarse un pasado cargado de memoria y de costumbres de una época que pugna por sostenerse… Algunas casas ya han sido demolidas, en otras, los propietarios han decidido modificar las estructuras originales por otras más seguras. Hoy en día, muchas se encuentran “a la deriva”, esperando recibir un mantenimiento acorde al material del que están hechas y su correspondiente restauración.
C. C: ¿Qué particularidad tienen estas preciosas casas antiguas?
Junto a un grupo de amigos realizamos un relevamiento de la ciudad con el propósito de poner en valor el acervo cultural de Jáchal. Estas casonas le dan una característica particular al departamento, el único que tiene una construcción colonial y monumentos históricos nacionales de gran porte. Están construidas con adobe, no son de material cocido, por lo que es una lucha permanente ya que es una provincia sísmica. Las construcciones deben hacerse bajo un sistema implementado en la llamada “reconstrucción nacional”; no podemos construirlas en adobe, pero las vemos.
C. C: ¿Qué casonas encontramos en Jáchal?
Jáchal es un pueblo muy culto, estamos aislados y tenemos una vida con una cultura muy particular. Nos interesan estas casonas como edificios físicos, pero también la otra parte, la viviente, esa que nos muestra y enseña las costumbres y la vida de la ciudad de fines del siglo XIX y principios del XX, con la llegada de las primeras corrientes migratorias. Tenemos casonas pertenecientes a familias que tenían una economía solvente y que tienen hasta 13 habitaciones. También se conserva la casona en la que se instaló el consultorio de un médico jachallero —alrededor de 1930 o 1940— y es una verdadera reliquia.
C. C: ¿Y cómo están divididas o distribuidas?
A estas casas se las divide en dos partes: la casa donde vivía la familia —los dueños— y hacia atrás, las habitaciones para los criados. Muchas de las habitaciones en estas casonas y casas de familia, con sus salones, eran para negocios. Hay otras que pertenecían a familias más humildes pero que son igualmente bellas y conservan muchísimos años de historia. Se conservan construcciones que datan de fines del siglo XIX. El Templo de Jáchal, por ejemplo, tiene más de 150 años. Hoy está en período de restauraciones, pero se están respetando la estructura y el frente que tenía.
C. C: ¿Todas las casas coloniales se encuentran en la ciudad?
No, hay muchas en zonas rurales. Se llaman fincas, aunque ninguna es menor a 50 ha. Aquí se realizaban trabajos agrícolas y hay casonas que tienen una particularidad: además de las habitaciones para la servidumbre, en la parte trasera vivían los peones que trabajaban en el lugar. En todas existía un salón conocido como “despensa” donde se elaboraban productos provenientes del maíz, la cebada o el trigo y también había conservas de tomate.
C. C: De las que se conservan en la ciudad, ¿qué tipo de actividades se desarrollaban en ellas?
En Jáchal, la Confitería Garcés es una de las que mejor se conservan, allí contaban también con una importante “despensa”. Hoy la tradicional confitería es atendida por la tercera generación Garcés y sigue siendo el lugar de encuentro de los jachalleros. Otro dato corroborado es que en aquel tiempo existían dos farmacias que debían tener sótanos y, como no había heladera, mantenían allí los productos en un clima y temperatura estables y regulares. Eran verdaderos laboratorios. La mayoría de los remedios eran preparados por un boticario con indicación del médico: todo se conserva y queremos que no se pierda esa esencia que guarda cada una. Hay casonas que pertenecieron a docentes y que por eso cuentan con bibliotecas hermosas. También hay una en la que funcionó una imprenta muy bonita que intentamos conservar a partir de la concientización.
C. C: ¿No alcanzan la memoria y el valor de la historia para conseguir que las conserven?
Es difícil formar conciencia, pero en realidad, no pueden mantenerlas porque son casas grandes y conservarlas tiene un gasto elevado. Necesitamos que el Estado preste asistencia para conservarlas y hacer saber el valor que tienen. En las casas de trece habitaciones, por ejemplo, quedan ahora seis… no se puede mantener toda la casa.
C. C: Entonces, ¿cuántas se mantienen hoy?
En el casco urbano de la ciudad de Jáchal hay 200, y si contamos las casonas de la zona rural, son más de 500 las que aún están en pie.
C. C: ¿Alguna se ha convertido en casa museo?
En una de las que se encuentran sobre la calle25 de Mayo sí funciona un museo: al dueño le gustaba mucho todo lo relacionado con la parte original y con la época de la producción. El museo es variado y muy bonito, tiene piezas fundamentales como las primeras piedras especiales que molían en el río.
C. C: ¿Existe algún recorrido turístico por estas casonas para quienes llegan a Jáchal?
No hay un camino establecido, queremos que este rescate sea una pieza fundamental para la revalorización de nuestro patrimonio y que a partir de esto podamos mostrarlo y poner en evidencia lo que ha sido nuestro pueblo, lo que es y lo que queremos conservar.
C. C: Si tuviese que presentar un proyecto, ¿cómo lo presentaría en tres puntos?
En primer lugar, tendríamos el casco de la ciudad de Jáchal, lo que era la villa de Jáchal. Nuestro deseo es que se la declare Ciudad Histórica y para que podamos seguir con las tareas de conservación y restauración, que no nos obliguen a poner en línea las casas porque esto significaría derrumbarlas. El consejo ha dictado una ordenanza de tipo departamental que no frena ni da pie a los organismos para que actúen. En segundo lugar vendría el mantenimiento de las casas y, en tercer lugar, una puesta en marcha como eco museo, para que la gente pueda visitarlas y conozca sobre las familias que las construyeron y vivieron allí.
C. C: Por último, ¿por qué se realizó esta convocatoria durante la celebración de la fundación de Jáchal?
El día en que se conmemora la fundación de Jáchal, el 25 de Junio, es un día de fiesta para el pueblo y junto al grupo “Patrimonio Jachallero” quisimos que estas casonas formaran parte de las celebraciones, que se muestren como parte de un pueblo. Sabemos, además, que es importante conocerlas porque cada una tiene muchas historias para contar y por eso vimos iluminadas sus fachadas alrededor de la plaza, una iniciativa del grupo Patrimonio Jachallero que fue realmente muy bonita.
Patricia Ortiz
Corrección: Ailen Hernández
Crédito fotográfico: Jorge Cabrera
Hola soy María Elena Gándara,nieta de Don José Ángel Gándara,suesposa Engracia Bienvenida Sanches ,sus hijos Marina y Luis Ángel Gándara.yo soy hija de Luis,más conocido como (Lucho)Mis padres se mudaron a Mendoza dónde resido actualmente.Que información podrían darme de mí abuelo Ángel ,que llevo la luz a Jáchal. Desde ya muchas gracias.
Hola soy María Elena Gándara,nieta de Don José Ángel Gándara,suesposa Engracia Bienvenida Sanches ,sus hijos Marina y Luis Ángel Gándara.yo soy hija de Luis,más conocido como (Lucho)Mis padres se mudaron a Mendoza dónde resido actualmente.Que información podrían darme de mí abuelo Ángel ,que llevo la luz a Jáchal. Desde ya muchas gracias.