Entrevista a Otaviano Maroja, Presidente del Consejo de Porto de Galinhas Convention & Visitors Bureau, quien presentó en la Feria Internacional de Turismo el destino brasileño cada vez más elegido por el turista argentino. Porto de Galinhas, con sus paisajes sorprendentes, atrae las miradas y el deseo de vivir unas vacaciones perfectas para descubrir la singularidad brasileña y el condimento peculiar de su Nordeste. Playas, sol, gastronomía y excursiones son algunas de las múltiples propuestas para experimentar en este lugar paradisíaco.
-¿Cómo se llega a Porto de Galinhas?
-Porto de Galinhas es un lugar para saborear sin prisa. Es un pueblo y playa de la Municipalidad de Ipojuca, en el estado de Pernambuco, Brasil, donde viven cerca de 13.000 personas. La caña de azúcar y el comercio representan las formas más habituales de subsistencia. Hay vuelos desde la Argentina con Latam y Gol. Como destino, ofrece sol durante todo el año y una temperatura promedio de 22°. Las vacaciones se disfrutan en familia, con niños y parejas. Los hoteles están en la playa y cuentan con mucho confort y piscinas naturales. Hay propuestas para disfrutar del día y una gran peatonal con bares y tiendas. El agua está por lo general en 26° todo el año. Los hoteles que se encuentran en la playa cuentan con spa, aunque también existen posadas muy simples y cómodas en otras zonas.
-¿Cómo se difundió este destino en la Feria Internacional de Turismo?
-En todas las jornadas (desde el 28 al 31 de octubre de 2017), presentamos a Porto de Galinhas como un destino único, ideal para quienes quieren disfrutar de unas vacaciones diferentes. En 2014 los turistas eran todos extranjeros; este año se incrementó un 22% la llegada de extranjeros, de los cuales un 85% es argentino. ¡Recibimos más de 1.500 argentinos por semana!
–¿Existen senderos para caminar?
-Sí, ¡por supuesto! Hay senderos muy tranquilos, pistas y rodovías (vías rurales asfaltadas). Por otra parte, en los hoteles se acostumbra desayunar temprano y salir para realizar buceo, recorridas en buggy y paseos en jangada en playas como Muro Alto, Maracaipe o Maragogi. Mucha gente llega a Porto de Galinhas atraída por haber desempeñado un importante papel en la historia del período colonial brasileño, sobre todo en la extracción del palo-brasil, un árbol que se encontró en abundancia en el siglo XVI. Porto de Galinhas era un punto estratégico en la economía colonial de entonces. Muchas embarcaciones llegaban de África trayendo clandestinamente esclavos en jaulas de gallinas; luego, las naves desembarcaban en las playas durante la noche para vender los esclavos a los señores del lugar.
-¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo en este lugar tan apacible?
-Me gusta hacer contacto con las personas, contarle a los operadores y periodistas cómo se vive en Porto de Galinhas; viajar para buscar nuevos clientes y mercados, básicamente disfrutar difundiendo la zona. Si bien nací en Recife, vivo aquí desde hace tiempo.
-¿Por qué eligió este lugar?
-Mi familia llegó para pasar unas vacaciones en cierta ocasión; como le encantó el lugar, construyó el primer hotel, “Solar Porto de Galinhas”. Y así fue como comencé junto a ellos con esta tarea que me apasiona. Especialmente, me gusta la playa conocida como “Puntal de Maracaipe”, en la que disfruto de piscinas naturales, paseos y excursiones de jangada. Es muy bonita y pintoresca.
–¿Por qué los turistas argentinos elegirían Porto de Galinhas?
-Para volver relajados y disfrutar con su familia de un lugar tranquilo con paisajes de gran belleza; ¡vengan a Pernambuco, “corazón del Nordeste”!
Patricia Ortiz