Ricardo Julio de Titto, autor e historiador habla de los “Pioneros” argentinos del siglo XX.
«El libro fue realizado en colaboración con Maria Susana Azzi, quien tuvo la idea y luego confluimos en un proyecto común; ella desde la antropología y yo desde la del historiador» contó el profesor Ricardo de Titto, uno de los autores de «Pioneros», para quien la crisis aguda del año 2001- 2002 fue un detonante que los llevó a bucear en aspectos de nuestra historia que no estaban investigados, como el perfil de personajes muy importantes y muy poco conocidos por los argentinos. Es que estos autores destacan que cuando hablamos del pasado, hablamos de políticos solamente y no hablamos o damos la relevancia a la Argentina de Bunge & Born, de Torcuato di Tella, de Luis A. Magnasco, de la Familia Bemberg o de Tiburcio Benegas.
El libro, pertenece a la colección «Caminos de la Argentina» y fue presentado en la Librería Yenny el Ateneo, con una gran concurrencia de público dispuesto a conocer la biografía de más de 120 hombres realizadores que siempre asombran por su estilo, sus costumbres y sus anécdotas. Para de Titto, hubo dos historias fascinantes; la primera fue la de Wolf Schcolnik un judío ruso nacido en Odesa, en la época en que los judíos en Rusia eran perseguidos y sufrían de represión. Cuenta de Titto que en el año 1905 el joven tenía que hacer 6 años de servicio militar; Rusia venia de la guerra con Japón y se estaban preparando para la primera guerra Mundial. Schcolnik intentó tres veces fugarse del país; las dos primeras veces lo pescaron en la frontera, lo tuvieron en prisiones militares, porque además de ser judío tenía una posición muy particular. Para él la tercera fue la vencida y con 18 años logró huir escondido en una carreta abajo de heno, con dos opciones al llegar a Hamburgo; New York o Buenos Aires de 1910. El «Pionero» había aprendido a trabajar el cartón y terminó fundando la fábrica de cartón y embalaje más importante del mundo en la década. Su hijo la continuó desde 1940 en adelante.
«Otro personaje que me ha divertido mucho estudiar fue la vida de Torcuato di Tella, recordó el historiador. La gente recordará la «Siam o el famoso Siam Di Tella el auto del 1500″ pero no se conocen algunos perfiles de su creador que quería ser un gran capitalista con un modelo de desarrollo como el de Estados Unidos».
Parece ser que di Tella tenía perfiles bastante contradictorios: acariciaba la idea de ser el Henry Ford de la Argentina y con el dinero que sacaba de las empresas bancaba a los grupos antifachistas y socialistas italianos. «Fue un personaje dual que falleció joven pero esa impronta contradictoria y curiosa que hacia una cosa con la derecha y otra con la izquierda se ve en el perfil de los hijos» continuó De Titto. Esa impronta se vio en el fallecido Ministro Guido di Tella que envió a los Winnie Poo a las Malvinas Argentinas y el otro hijo Torcuato el sociólogo que nunca participo en la empresa pero cuando fue nombrado secretario de Cultura en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires dijo que no sabía porque lo nombraban si no le interesaba la cultura: este perfil tiuvo que ver con la características del padre.
Los «Pioneros» fueron sometidos por sus autores a una selección que fue difícil porque pioneros industriales hay más que estos pero la extensión de un libro define la necesidad de elegir y por otro lado era necesario que tomaran distancia suficiente de los hechos actuales. El investigador explicó también que una de las consignas fue que estos personajes no hubiesen sido personas que hubiesen surgido a partir otro tipo de desarrollo; elegidos por su esfuerzo personal; varios de ellos llegaron sin un centavo porque excepto dos o tres son todos extranjeros; no hay ningún inglés, pero hay suecos, españoles, alemanes croatas. «Nos parece que hemos llegado a una especie de primer seleccionado en el que está el primer industrial argentino genuino que es Benito Noel, de las mermeladas y llegamos a los dos últimos que están insertos en la globalización como Fulvio Pagani de la empresa Arcor, Agustín Roca fundador de Techint que son empresas de origen argentina e insertas en el mundo.
LA INVESTIGACION
La investigación consistió en la búsqueda de familiares directos y fue enriquecida con un par de cuadernillos de fotos inéditas. En el año 2002 se cerró lista y muchos quedaron para una segunda edición. En la emotiva presentación realizada en el auditorio de la librería El Ateneo de la Calle Florida y a sala completa los autores contaron con la presencia del señor Enrique Schcolnik que tiene 93 años. También estuvo el hijo de Torcuato di Tella, hijo de de Torcuato con Q, el italiano. Un descendiente directo de la familia Bemberg aplaudió el emprendimiento; su familia vive en Francia y es descendiente de los fundadores de la Cervecería Quilmes. De Titto recordó el buen un balance rico en experiencias que compara los problemas de hoy relacionados con los de la Argentina de esa época dueña de un desarrollo impetuoso.
-¿Es para usted una época mejor, peor o igual a la que vivimos en la Argentina?
Radicalmente distinta. No podemos hablar de una sola época en el libro. Empezamos en el año 1840, época de Rosas y el libro termina con información reciente pero con empresas que se originaron en 1950 en contextos mundiales distintos. Bajo el modelo exportador de 1880 la Argentina tuvo una etapa desconocida bajo el modelo agro exportador de gloria luego la crisis mundial de 1929 replanteó el modelo y comenzó un proceso de industrialización. Ahora la situación es otra porque estamos en otra situación mundial y habría que discutirlo en base al siglo XXI. No se pueden repetir condiciones que ya no existen.
-¿Qué modelo pionero le gustaría transmitir a sus alumnos desde su lugar de docente?
El pionero se tiene que caracterizar por tener una visión de un modelo a mediano o a largo plazo y no pensar en el beneficio o ganancia inmediata. No se es un genuino pionero si se está manejando un interés egoísta; lo importante es obtener el interés social; varios de estos pioneros tuvieron como parte en su vida y en su empresa un compromiso con la sociedad. El punto fundamental es pensar antes que nada en el país y en los sectores mas postergados.
-¿Se considera un «pionero»?
(¡Risas!). En realidad estamos muy contentos porque estamos presentando una etapa del capitalismo argentino desde una perspectiva humana. Los libros de economía quizás son más complicados o difíciles de abordar porque tienen cuadros, explicaciones o un lenguaje que hace que la gente común no los pueda leer. Aquí lo hacemos desde el perfil de una persona y pensamos que hemos acercado al público lector, un libro valioso, un aporte importante y que puede servir para estos debates de la hora actual; mirar un espejo del pasado argentino que es bueno tener en cuenta. La historia no se puede resumir solo desde la política. Hay un proyecto económico que estuvo en marcha no desde una forma orgánica, porque muchos de ellos no se conocieron entre sí pero estamos satisfechos de poner en conocimiento del público a hombres que son conocidos como una marca sin saber que fueron hombres que estaban detrás de una marca.
-¿Qué espera de este trabajo?
Que el público encuentre un libro con el cual se sienta cómodo y lo lea con agilidad. Tiene muchos datos pero está dado desde el perfil humano y la historia es de fácil lectura; espero que mucha gente pueda compartirlo con nosotros. Hemos recibido sugerencias de otros nombres, industriales que nos han llamado para contactarnos con otros descendientes. Se ha generado tal participación en el público porque creo que hemos podido correr la cortina sobre personas en su mayoría muy ignoradas.
¿Entonces están pensando en una segunda edición de «pioneros»?
Puede ser; esta fue una buena ocasión para hacer algo diferente.
-¡Es es cierto: algo muy «pionero»!
*Ricardo Julio de Tito es docente especializado en Condición Educativa y en didáctica de las Ciencias Sociales. Es investigador, editor y redactor de textos educativos y de trabajos y colecciones de temas históricos, sociológicos y políticos.