Entre verde montañas y arroyos inquietantes, un rosario de poblados apacibles revelan las costumbres de la gente de los valles serranos.
Valle Fértil- Ischigualasto
La posibilidad de conectarse con la naturaleza en dos versiones muy diferentes: la fertilidad de las sierras, entre verdes montes y arroyos inquietantes; y la aridez del exótico paisaje del Valle de la Luna, donde además se desentrañan los enigmas de la historia de los dinosaurios. Una buena combinación para descansar en un ámbito de carácter costumbrista y a la vez desarrollar el conocimiento en un circuito atrapante.
Calingasta: entre el cielo y vos.
El valle de Calingasta se encuentra en nuestra provincia de San Juan. Custodiado por varios picos de más de 6.000 metros de altura, este valle sacude los sentidos.
La calma cordillerana ofrece un oasis rodeado de alamedas y pintorescas construcciones. Aquí también se practican deportes extremos en escenarios que la naturaleza dotó de extraordinaria belleza. A 2.550 m.s.n.m, la excitación de convertirse en espectador del estallido estelar desde el observatorio El Leoncito uno de los más importantes del Hemisferio Sur.
Fuente: Secretaría de Estado de Turismo, Cultura y Medio Ambiente