La Basílica de Santa María del Coro es uno de los solares más antiguos de Donostia-San Sebastián, emplazada sobre una iglesia románica de los siglos XIII – XIV. La construcción que hoy visitamos data, sin embargo, de mediados del siglo XVIII: un incendio había arrasado con la Iglesia a fines del 1700, pero recién en 1743 comenzaron las tareas de reconstrucción a cargo de Pedro Ignacio Lizardi y Miguel de Salazar. Su consagración como Basílica, en relación con su antigua historia, es reciente: el 12 de febrero de 1973.
Su ubicación al pie del monte Urgull y cerca del puerto, en la parte antigua de la Ciudad, la vuelven una visita imperdible a la hora de recorrer San Sebastián. De estilo barroco y con elementos góticos y neoclásicos, esta Iglesia se ha convertido en una parte fundamental de la vida de los creyentes de la región, ya que es la iglesia que más fieles atrae.
Las celebraciones más destacadas y multitudinarias son las relacionadas con el Día de San Sebastián —el 20 de enero—y con el Día de la Virgen: el 14 de agosto —en vísperas de la festividad de la Virgen— se realiza, por ejemplo, el tradicional acto de la Salve, donde los fieles pueden escuchar al Orfeón Donostiarra, uno de los coros más prestigiosos de Europa. Cada 8 de septiembre, con motivo del día de Santa María del Coro, la imagen de la Virgen —una talle en madera de los siglos XV – XVI, de 40 cm de alto y con un rostro sonriente y amable— es descendida de su camarín para visitar el Ayuntamiento y para que lo fieles puedan sentirla más cerca.
Al caminar hacia ella no llegamos a percibir sus verdaderas dimensiones ya que se encuentra al final de una angosta calle de edificios no muy altos pero que solo nos permiten ver el pórtico plateresco de la entrada, ni siquiera la totalidad de la fachada. El edificio es de planta rectangular y posee tres naves de igual altura con bóvedas de crucería, un ábside semicircular y algunas dependencias secundarias. La nave centralestá coronada por el tradicional espaciodel Coro, donde se dice que estaba ubicada originalmente la imagen de la Virgen —de allí su nombre—.En uno de los nichos del espectacular pórtico encontramos una escultura de San Sebastián, patrono de la ciudad,también retratado en una pintura que se encuentra en el interior.
Santa María del Coro es un lugar que alberga siglos de historia reflejados en sus distintos estilos arquitectónicos y en la importancia que tiene esta Virgen para la población donostiarra. No podemos olvidar que la iglesia sobrevivió al incendio provocado por las tropas inglesas en 1813, algo muy significativo para los fieles luego de que la reconstrucción de 1743 se debieraa un incendio. Es interesante destacar, además, que su fachada y entrada principal están alineadas con la Catedral del Buen Pastor. Es decir, que si uno camina en línea recta algunas cuadras—atravesando la Calle Mayor que cambia de nombre a Hernani y luego a Loyola— llega a las puertas de la Catedral de San Sebastián.
Patricia Ortiz
Crédito fotográfico: Caminos Culturales