Entrevista al Ingeniero Simón Carpman, CEO y socio de Inventu, quien el 9 de abril de 2020 participó junto a su equipo en la presentación del ventilador “Un respiro” realizada en Rosario, en la Sede de la Gobernación de la Provincia de Santa Fe. Estuvieron también presentes el Gobernador Omar Perotti, el Intendente de Rosario, Pablo Javkin, el Rector de la UNR, Franco Bartolacci, Roberto Rigo Bisso y el cuerpo médico. El proyecto “Un respiro” consistió en la creación de un Ventilador de Transición para Emergencias Covid-19 para ser utilizado en pacientes con Coronavirus. El dispositivo está fabricado casi en su totalidad con piezas nacionales —a excepción de la pantalla— y se espera la autorización de la ANMAT para poder producirlo en serie en distintas ciudades de nuestro país y del exterior.
C. C: ¿Cuándo comenzaron a trabajar en el proyecto “Un respiro”?
El mismo día que comenzó la cuarentena. Un mes antes había tenido una charla con el gobernador Omar Perotti y con el rector de la Universidad Nacional de Rosario, Franco Bartolacci, y al decretarse el aislamiento empezamos a trabajar. En el equipo tenemos a veinte profesionales, ingenieros, técnicos, diseñadores industriales, eléctricos, electrónicos y mecánicos. También reclutamos a ex empleados de empresas con las que teníamos muy buen contacto y a algunos profesionales del exterior. El equipo es la suma de gente que ya trabajó con nosotros bajo presión en proyectos especiales, porque a diferencia de la producción seriada, esto obliga a tener pequeños éxitos y fracasos para alcanzar el objetivo.
C. C.: ¿Qué apoyo les ha dado el gobierno de Santa Fe?
Está pasando un momento difícil, pero observo a un gobierno muy eficiente. Me saco el sombrero ante cómo trabajan y cómo se han puesto el proyecto “Un respiro” al hombro. Quienes trabajan en él arriesgan su vida y se comprometen a que funcione.
C. C.: ¿Quién es el líder de este proyecto?
El líder de “Un respiro” fui yo, pero cada proyecto tiene el propio, y es elegido por tener conocimientos específicos, mejor relación con el cliente o por haber logrado algo en particular. Los socios gerentes muchas veces hacemos una parte solicitada por otro líder. En Inventu Ingeniería aspiramos a lograr resultados y no a establecernos en una estructura piramidal. Nuestra sede se encuentra en Rosario y tenemos un laboratorio prototipado donde fabricamos tableros de locomotora, controles remotos y buses eléctricos.
C. C.: Desde el punto de vista técnico, ¿cómo nació el ventilador?
El foco fue trabajar en el ecosistema, quisimos construirlo con materiales que no son convencionales, por lo que no es un respirador tradicional, no quisimos copiar un modelo existente. Teníamos tres hipótesis, una no fue terminada y de las dos restantes, esta fue la más ventajosa y la validamos por su simpleza. Si bien las tres tienen componentes que abundan en el mercado, poseen distinta arquitectura de funcionamiento. “Un respiro” permitió que pudiésemos entregar el flujo determinado y, al hacerlo, lo testeamos en un simulador pulmonar y resolvimos puntos determinados. Luego trabajamos para cubrir las expectativas de los médicos sin complejizarlo. El verdadero desafío fue desarrollar un respirador con componentes estándares y no con los ya acostumbrados —componentes alemanes de válvulas proporcionales, electrónica—.
C. C.: ¿Cuántos tienen proyectado fabricar?
Desde el primer día el proyecto fue presentado como un ecosistema y no mutó. Una de las cosas que nos importaban era que toda la industria con capacidad ociosa se pusiera a trabajar respetando el protocolo anti-coronavirus, ya que es un ventilador de veinte partes. Hasta ahora nadie dijo que no: la magia de este proyecto es ese. Soñamos con que salgan respiradores de todas las industrias del país. No quiero hacerlo en Rosario y llevarlo a Tandil donde tenemos nodo —proveedores y ensambladores en el lugar— si no que se resuelva localmente. Lo mismo en Chubut, Corrientes, Santa Fe, Rafaela, Catamarca, Mendoza. Tenemos muchos contactos en el exterior para que lo fabriquen y esperamos la aprobación para lanzar, ya contactamos con Italia, Estados Unidos, Honduras, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay. Queremos fabricar y cumplir con los estándares de seguridad, por eso estamos a la espera de las aprobaciones correspondientes.
C. C.: Supongamos que dentro de una semana el virus desaparece, ¿qué pasaría con el proyecto a nivel local, nacional e internacional?
Trabajamos para certificarlo en el sentido estricto y seguro y vamos a trabajar para ordenar esa producción. En caso de que se levantara la pandemia y no se necesite, no lo haremos más.
C. C.: ¿Y si en ciudades argentinas o del exterior lo requieren?
Nosotros ya cumplimos con la normativa inglesa y no habría problemas en ofrecerlo. Hoy lo más importante de “Un respiro” es que tiene un bajo costo y que se puede fabricar con materiales de fácil acceso. Somos argentinos que creemos en la solidaridad y, por este motivo, resaltamos que tanto los planos como las instrucciones para su fabricación estarán disponibles para Argentina y para todo el mundo de manera gratuita.
C. C.: Desde un costado más filosófico, ¿qué opina de esta pandemia?
Entendiendo lo que ocurre y su gravedad, me parece que esto pone en jaque nuestra forma de vida tradicional. El teletrabajo era un privilegio y hoy se convirtió en opción por defecto. Al llegar las vacaciones, pensábamos en viajar y en conectarnos con otros lugares, ahora eso está en jaque. El dinero que se tiene no puede usarse para comprar lo que se quiere, ese anhelo capitalista está en un paréntesis. Por otra parte, aparecen manifestaciones de la naturaleza y vemos cielos claros, la aparición de delfines en Venecia o nuestro río Saladillo muy transparente. Es un llamado de atención. ¿Qué pasara y cómo definirá nuestra vida? No lo sabemos.
Patricia Ortiz
Corrección: Ailen Hernández
Contacto de prensa: Andrea Keen